Juan José Ríos Estavillo, un Fiscal no confiable
El entonces Fiscal General del Estado fue el factor clave para que la Sedena concluyera no trabajar de forma coordinada en el combate al crimen organizado
El 20 mayo del 2020 se elaboró un perfil del Gabinete de Seguridad de Sinaloa, una revisión completa con entrevistas a funcionarios de los tres órdenes de Gobierno, donde se revelaron detalles importantes, entre ellos que Juan José Ríos Estavillo era una persona no confiable para la Sedena.
Ese perfil fue una evaluación para poder plantear la posibilidad de trabajar coordinadamente entre instituciones, tanto en materia de delincuencia como drogas sintéticas, especialmente sobre fentanilo, de acuerdo con documentos obtenidos por los hacktivistas de Guacamaya, en la mayor filtración de información en la historia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Cada persona, incluidos delegados federales y el Gobernador Quirino Ordaz Coppel, fueron revisadas en sus antecedentes y entrevistas, y la única persona que no resultó de fiar fue Ríos Estavillo.
“No se considera confiable”, señaló tajantemente una subjefa operativa de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Sobre el Fiscal del Estado. Dr. Juan José Ríos Estavillo.
Fue preciso y enfático, indicando que todo lo que es delincuencia organizada y drogas, no es su competencia ni su interés. Desconoce todo sobre el tema. Los datos estadísticos que se generan en su fiscalía, los proporciona el sistema estatal de seguridad pública, ya que él le aporta todos los datos.
Está en la mejor disposición de apoyar por lo que respecta a robo de vehículos y robo a transeúnte y delitos del orden común.
En cuanto a órdenes de cateo y aprehensión, sólo podría cooperar si fueran delitos específicos de su competencia.
4. En síntesis, de manera reiterada expresó que coopera, pero no puede apoyar. No dio certeza de apoyar ni siquiera en órdenes de cateo y aprehensión en materia de fuero común.
No se considera confiable. Anteriormente se desempeñó 8 años como titular de Derechos Humanos en el Estado.
Indicó que cuenta con 2 mil elementos en la Fiscalía. El comandante de la ZM, sondeó a personal de la Fiscalía y le indicaron que son 500 como efectivo operativo.
Se le consultó sobre su apoyo y trabajo coordinado con la Semar. Negándolo, expresando que no mantiene relación con ellos. (Con anterioridad se supo que llegó un grupo de 90 elementos de la UNOPES, de la armada para apoyar al Fiscal en detenciones. De este efectivo quedan 63).
Para ese documento se hicieron distintas entrevistas para poder conocer la relación entre instituciones, siendo Ríos Estavillo el personaje más criticado.
“El Fiscal del Estado es muy protocolario y poco práctico. No interviene en temas de seguridad”, señaló Cristóbal Castañeda Camarillo, Teniente Coronel encargado de la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa.
“El Fiscal del Estado es especial para trabajar. No le entra y a veces no le da vista al Delegado de la Fiscalía General de la República”, agregó Víctor Manuel Martínez Mendoza, delegado de la Fiscalía General de la República en Sinaloa.
La Sedena concluyó que no era posible trabajar en Sinaloa para el combate al crimen organizado como para disminuir la producción de drogas sintéticas, pues un elemento principal era la coordinación con la Fiscalía General del Estado.
Ríos Estavillo fue Fiscal General hasta 2021, cuando Rubén Rocha Moya llegó a la Gubernatura. Hubo un acuerdo para que dejara la institución de manera voluntaria.
“Yo tengo un acuerdo con el Fiscal que lo hemos trabajado juntos el Gobernador actual y yo, de que vamos a hacer un cambio antes de que concluya su periodo constitucional”, señaló Rocha Moya luego de dar a conocer su equipo de transición el 30 de septiembre de 2021.
La titularidad de la Fiscalía quedó en Sara Bruna Quiñónez Estrada, una jueza retirada que desde los juzgados resultó ser un contrapeso sobre las decisiones de Ríos Estavillo, sobre todo en los casos de corrupción.
Para 2022, Quiñónez Estrada se presentó en la Tercera Región Militar y presentó datos específicos sobre Sinaloa, además propuso un plan de combate a la delincuencia. La Sedena no fijó un comentario, sólo recogió las propuestas.
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Investigación coordinada con Revista Espejo, de Sinaloa
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