Joven madre desplazada en Culiacán denuncia que le han negado ayuda federal por contar con supuestos apoyos que no recibe
“Le dijimos a una sierva de la nación, en la Secretaría de Bienestar, pedimos un préstamo, para pequeños emprendedores, para poner un negocito, de accesorios de teléfonos en un rancho, ya que nos salimos de Bagrecitos, queríamos el préstamo y como desde que nos salimos del rancho, lo hemos pedido varias veces y nos negaron”, explicó Gris, una madre viuda de 31
Gris es una de las personas que tuvo que salir huyendo de Bagrecitos, un pueblo ubicado en la zona serrana al norte de Culiacán, por la cruenta batalla que enfrentan en la zona dos grupos rivales del crimen organizado.
Vino a la ciudad, junto con sus padres y sus hijos, en donde estuvieron por un año, pero consiguieron empezar de cero en otro poblado rural del municipio.
Con la esperanza de empezar de cero, Gris y su madre Ana, acudieron a la Secretaría del Bienestar para pedir apoyos para poner un negocio de venta de accesorios para celulares en el centro del poblado en el que se reubicaron, tratando de olvidar la violencia a la que fueron expuestas junto a su familia, y que tuvo su clímax a finales de junio de 2020 con el asesinato de 16 personas.
Sin embargo, a Gris y Ana, la dependencia federal les negó el apoyo, con la justificación de que su familia ya era beneficiada de varios apoyos federales.
“Le dijimos a una sierva de la nación, en la Secretaría de Bienestar, pedimos un préstamo, para pequeños emprendedores, para poner un negocito, de accesorios de teléfonos en un rancho, ya que nos salimos de Bagrecitos, queríamos el préstamo y como desde que nos salimos del rancho, lo hemos pedido varias veces y nos negaron”, explicó Gris, una madre viuda de 31 años.
“Nos dijeron que ya contábamos con dos apoyos, la de Benito Juárez y la de Procampo; la de Benito Juárez nunca me la habían dado; cuando era Prospera yo la tenía, yo vivía en Sonora, y me vine de allá en 2018, hice el cambio, y me dieron de baja y ya no me la han vuelto a dar”.
Gris explicó que en la dependencia le señalaron que su madre tenía el apoyo del 68 y Más, sin embargo la señora Ana apenas tiene 56 años y no es apta para recibir la ayuda.
También le dijeron que su padre, Marcelino, de 59 años, tenía el Apoyo del pequeño productor.
“Cuando yo enviudé hice el cambio de domicilio, me lo negaron y me dieron de baja, desde entonces ni para mis hijos, ni para mí he tenido beca”, recordó Ana, “yo estoy estudiando en la escuela de contabilidad de la UAS”.
“Me dijeron que hiciera una denuncia, que denunciara todas esas irregularidades”.
Mientras, Gris asegura que lucha por mantener a su familia, con todo y las trabas que le han puesto.
Tampoco fue censada como desplazada, y cuando el Gobierno federal fue a censar a sus padres, la dejaron fuera a ella y a su familia, por ser otra familia.
“Mis hijos también estudian, tengo una niña de primaria en sexto, y un niño en tercero; yo voy en tercer año de la carrera y nunca he podido conseguir una beca tampoco... lleno solicitudes, hago todo y la verdad es que ya dejé de insistir porque pierdo nada más mi tiempo”, explicó.
“Cuando recién empezó el Gobierno federal de los servidores de la nación, anduvieron censando por todas las casas, y a mí no me quisieron censar, pues yo ya soy aparte, yo ya mantengo a mis hijos. Me acerqué a una servidora de la nación y me dijeron que iban a censar de la escuelas y no me los censaron a mis hijos”.
Gris también se quejó que desde el Gobierno del Estado no tuvo apoyos como desplazada de la violencia, porque ella y otras personas más de Bagrecitos, que son de escasos recursos, no tuvieron de los terrenos que entregaron.
“Se toma en cuenta a las personas más allegada de la autoridad, que vienen siendo el rancho”, renegó, “nosotros estamos trabajando y podemos pagar renta ahorita, pero hay personas que son de bajos recursos, que se salieron del rancho y tampoco nunca los toman en cuenta, ni para eso”.