En lo que va del 2024 se han atendido 66 intoxicaciones por manejo de insecticidas, revela Salud Sinaloa
La semana pasada un paciente de Mocorito llegó a un Hospital de Culiacán y provocó la intoxicación de otras 17 personas
En lo que va de 2024 se han atendido 66 pacientes por intoxicación al estar en contacto con un tipo de insecticida, informó el Secretario de Salud en Sinaloa, Cuitláhuac González Galindo.
El funcionario precisó que los 66 pacientes han culminado su recuperación de manera favorable.
Estas cifras fueron mencionadas por el Secretario de Salud en relación a un caso ocurrido la semana pasada en el que fue ingresado a un hospital de Culiacán un paciente que tuvo contacto con un insecticida y que provocó la intoxicación de 17 personas más entre personal médico y pacientes.
La sustancia que manejó este paciente fue benzoato de emamectina, un compuesto común en el proceso de fumigación, pero que requiere equipo protector para su manipulación.
“Como que estas personas estaban haciendo la aplicación, se impregna en la ropa, entra por la piel, y después eso genera una parálisis muscular, empieza a generar trastornos, náuseas, vómito, las pupilas se cierran. Hay gente que incluso puede fallecer”, informó González Galindo.
El paciente en cuestión continúa hospitalizado y conectado a un equipo para poder respirar, pues el aspirar el insecticida le provocó lesiones en su sistema, por lo que su estado de salud se considera grave.
El ingreso del paciente ocurrió el pasado 16 de noviembre cuando llegó un hombre de 51 años de edad desde la comunidad de Pericos, Mocorito, al Hospital General de Culiacán.
Debido a la propagación del químico con el que había estado fumigando se evacuó el área de urgencias del nosocomio.
En el proceso de evacuación participaron elementos de la Policía Estatal y Protección Civil de Sinaloa.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura recomienda el uso del benzoato de emamectina para controlar insectos como polillas y mariposas, cuyas larvas suelen ser dañinas para la agricultura y pueden convertirse en plagas. Es un compuesto semisintético que se deriva de la fermentación natural de bacterias.
Sin embargo se señala que para su manipulación es necesario respetar las dosis y las frecuencias de aplicación, y evitar el uso repetido del producto.