El tianguis Los Huizaches funciona en Culiacán sin medidas sanitarias ni supervisión de autoridades

Belem Angulo
30 enero 2022

En un recorrido realizado por Noroeste se pudo documentar que los establecimientos no cuentan con gel antibacterial, y aunque el uso del cubrebocas sí se cumple por la mayoría, no hay forma de garantizar la sana distancia

CULIACÁN._ Aunque los contagios de Covid-19 con su variante Ómicron siguen en aumento en el municipio, el tianguis Los Huizaches, el más grande de Culiacán, funciona sin medidas sanitarias.

Además, no hay autoridad que supervise mientras el espacio funciona al público.

En un recorrido realizado por Noroeste se pudo documentar que los establecimientos no cuentan con gel antibacterial, y aunque el uso del cubrebocas sí se cumple por la mayoría, no hay forma de garantizar la sana distancia.

El tianguis fue uno de los espacios cerrados por la autoridad municipal cuando inició la pandemia de coronavirus en 2020.

Los locatarios protagonizaron diferentes manifestaciones hasta llegar a un acuerdo con el Gobierno municipal, que consistía en reabrir bajo la supervisión de los Guardianes de la Prevención de la Salud, un programa del Ayuntamiento para mitigar el Covid-19.

Ante la cuarta ola de contagios de Covid-19, el espacio no es supervisado por elementos de Protección Civil que verifiquen el cumplimiento de las medidas sanitarias ante el coronavirus.

El tianguis se compone de dos carriles, uno que va de este a oeste y su contraparte de oeste a este, esto con la intención de que los compradores no se encuentren de frente y que el recorrido sea fluido.

Por otra parte, en el espacio que funciona como zona peatonal los domingos de 6:00 a 15:00 horas, hay motociclistas y choferes de automóviles que aprovechan huecos entre la muchedumbre para transitar.

Una práctica sin consecuencias ya que en el lugar no hay agentes de Tránsito Municipal para la seguridad de los peatones.

A principios de 2021, era necesario que en los puestos cada locatario tuviera gel antibacterial y usara el cubrebocas, además de que se hacían recorridos con personal del Gobierno municipal para vigilar las medidas sanitarias.

Las entradas al tianguis estaban resguardadas por trabajadores al servicio del Ayuntamiento, quienes repartían cubrebocas y no permitían el acceso a personas de la tercera edad o niños.