Educación en la Familia
"Hijos seguros"
Sicóloga Yolanda Waldegg de Orrantia
Pensé en el tema después de ver en Internet sobre un papá que mantuvo a sus hijos encerrados en su departamento toda su vida. creo son seis, ahí estudiaron y crecieron hasta ser jóvenes que se rasuran, solo viendo películas era el contacto con el mundo. No es el primero ni será el último caso del que nos enteremos, y luego mi empleada en casa comentó sobre una mamá que ya rondaba los 40 cuando llegó el primer hijo y hoy no le quita el ojo de encima, si está en alguna piñata no se relaja, ni atiende las pláticas con sus amigas porque únicamente está pendiente de la criatura, que ya lleva varios cambios de escuela en razón de tonteras.
A todos nos pasa, mientras no somos padres el mundo nos queda chico, nos lo comemos a mordidas, en cuanto tenemos en los brazos al bebé todo cambia en ese momento y pasamos al casi pánico porque no vienen con instructivo, entonces como nuestra tarea es prepararlos para que vivan su vida llegado el momento, no nos sirve mantenerlos entre algodones, ni bajo llave.
Hay que encontrar el justo medio entre ser unos neuróticos del control o vivir en la inconsciencia total que también los hay, necesitamos blindar a los hijos, pero de otra manera, no metiéndoles pánico de todo, hay que hacerlos recios, valientes, precavidos, cuidadosos, que sepan confiar en quien deben confiar (que no lo harán si cada vez que nos dicen algo nos escandalizamos o los regañamos).
Y los padres tener claro en la mente donde está el peligro, que no es solamente de que se rompan un brazo, la cabeza o la pierna; sí hay muchos peligros para su integridad física, pero también tendremos que tener presentes la seguridad emocional, la sexualidad, el dinero, las drogas, las malas compañías y cualquier tipo de emergencias en el entorno.
Y sí, hay que cuidarlos de un mundo tan conflictivo como el que vivimos, pero no olvidar que el primer lugar en cuanto a contingencias peligrosas para su integridad física y emocional es precisamente su hogar, ahí es donde suceden la mayoría de los accidentes, que claro que pueden ser muy peligrosos si no tomamos providencias para evitarlos, pero aún con estas alguno sucederá, y el primer paso para superarlas es la serenidad, primero de los padres y luego de los hijos.
Si perdemos la serenidad no solo será más difícil salir de la emergencia, sino que podemos agravarla, una mamá que se pone a dar de gritos y correr de un lado a otro no sirve, estorba y agrava, lo mismo que un papá que se dedica a regañar y buscar culpables.
También es el primer lugar donde la seguridad emocional es muy vulnerable, si entre los padres no hay respeto, hay pleitos continuos, si no se les presta atención por estar muy ocupados con otras cosas, si no ayudan a fortalecer su confianza en sí mismos, luego serán presa fácil para los malosos de sus compañeros de escuela.
También en casa es donde suceden mayormente los abusos sexuales sobre los niños, por algún miembro de la familia, el padre mismo, tíos, primos o amigos, y hoy en día la pareja nueva de la madre es más que facilísimo, (pero es que tenemos derecho a rehacer nuestra vida) pues será, pero esperen a que los hijos sean mayores y no un blanco fácil entre que van probando y encuentran al indicado, cosa que ya de por si mueve el tapete a los hijos, la ruptura de los padres es causa bien importante en la seguridad emocional de los hijos.
Por eso hay que hablar mucho de los temas importantes de la vida, como son las relaciones en la familia del posible cónyuge, cómo se tratan, quién manda y cómo, si se respetan o no, si son controladores, si se ayudan y se valen por sí mismos, muchas otras cosas que tener en cuenta antes de dar el sí en la boda, y una de las cosas importantes a tener en cuenta es que se necesita de un tiempo de ajuste y hay ajustes que cuestan y duelen, pero se supone que también hay amor, y no se vale aventar la toalla a la primera dificultad.
Antes nadie nos enseñaba a ser papás, pero no teníamos tantas cosas en contra, nuestra palabra era ley para bien o mal se respetaba, formábamos a los hijos con amor, buenas intenciones, sentido común, intuición, todo el tiempo que se necesitara y la ayuda importante de su Ángel Custodio.
Los padres de familia actuales la tienen más complicada: además de que los niños todavía no traen instrucciones para su manejo, hay muchas cosas externas contra su autoridad, sus principios, sus valores, no cuentan con el Custodio, que está, pero sin que nadie lo pele y como no lee la mente lo tienen desperdiciado, además una cantidad de información del exterior que no saben cómo manejar, muchas veces se contradice, otras va contra sus principios y valores, etcétera.
Ahora ya tenemos conocimiento de que la dislexia no se corrige a reglazo, que los niños zurdos son tan normales como los diestros y no hay que obligarles a escribir con la derecha, también nos han explicado que los niños que antes se portaban muy mal y los expulsaban de todas las escuelas, tenían déficit de atención y nadie sabía siquiera que eso existía. Luego sigo.