Debe haber unidad para alcanzar paz, considera experto colombiano
"La pacificación de una región no se puede lograr por la vía de la violencia y de la apuesta militar, consideró el especialista Antonio Roveda Hoyos"
Heriberto Giusti Angulo
En lugar de que el Gobierno invierta millones y millones de pesos en armamento, los habitantes de México y Sinaloa deberían unirse para replicar lo que se hizo en Colombia para alcanzar la paz, consideró el especialista colombiano Antonio Roveda Hoyos.
Durante su visita a Culiacán, para inaugurar el taller de ciudadanía que se llevó a cabo en el Tecnológico de Monterrey durante tres días completos, el experto compartió algunas estrategias que la sociedad civil implementó para disminuir considerablemente la violencia en aquel País.
"Organizamos la marcha más grande en el país: 14 millones de personas en un día, peleando, exigiendo, batallando por el Derecho a la vida. Nacieron los conciertos para la paz, los empresarios para la paz, los políticos para la paz, los medios, los periodistas, los artistas, los deportistas para la paz", dijo.
"Cuando el país se ambientó, obligó a que el anterior Presidente iniciara los Diálogos de paz que culminaron en la firma y el Tratado en La Habana para abandonar las armas", añadió.
Roveda Hoyos es Rector de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, campus Bogotá, así como Director de la Cátedra UNESCO en Equidad de Género y consejero internacional para la paz de esta misma organización.
También es periodista y autor de varios libros, artículos, ensayos e investigaciones sobre acreditación, formación y evaluación por competencias en ciencias sociales y en comunicación. Cuenta con un doctorado en ciencias de la comunicación por parte de la Universidad Complutense de Madrid y el Centro Español de Estudios sobre América Latina.
"Me niego a dar fórmulas sobre cómo construir la paz. Esto es un discurso de una historia muy larga y muy difícil y muy sangrienta para Colombia, y yo creo que todos los países tienen que aprender a desarrollar sus propios procesos", consideró el especialista.
"La paz empezó a construirse cuando las universidades colombianas, los medios de comunicación y la sociedad civil se empezaron a adueñar del problema y del concepto. Solamente pudimos construir paz cuando hubo un compromiso de la ciudadanía, cuando las fuerzas vivas de un país se agruparon y salieron a defender lo primero y más básico que tiene cualquier país: el Derecho a que sus hijos y nietos vivan en paz", expresó.
Antonio Roveda expuso algunos indicadores que recabaron del conflicto armado en Colombia, para ejemplificar por qué es importante no derrochar en armamento y tácticas militares.
"Miren lo que provocó que más o menos 5 mil millones de dólares, en promedio, nos costara la guerra en Colombia. Eso significa que con ese dinero hubiéramos podido alimentar a 3 millones de familias colombianas de 3 a 4 miembros", aseguró.
"Un fusil Galil, que vale 2 mil 700 millones de pesos colombianos, nos significó dejar de comprar trompetas, violines y todo lo que significaba la educación en música. Una sola bala, un solo cartucho de este fusil, implica tres huevos menos... y este fusil dispara más o menos 300 de estos cartuchos en 15 segundos", abundó.
Según datos mostrados por el conferencista, en México se gastan hasta 9 mil millones de dólares al año para la "lucha contra las drogas", lo que representa más de tres veces la cantidad que gastan los Estados Unidos. También expuso algunas cifras que describen cómo se comporta el narcotráfico en México.
"El 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto mundial equivale a las transacciones del narcotráfico, ¿y quiere que le dé un dato importante? Hoy el 60 por ciento de eso lo está produciendo México... y no se queda la riqueza acá, se va el dinero. Hoy el mundo está vendiendo, en el narcotráfico, 580 mil millones de dólares anuales", comentó.
"Pero lo grave no es eso, lo grave es esto: más del 80 por ciento de las transacciones se hacen entre Estados Unidos y Europa, los grandes consumidores; sin embargo, el 100 por ciento de las víctimas lo pone América Latina. El 44 por ciento del consumo de drogas en el mundo lo tiene Estados Unidos, el 33 por ciento lo tiene Europa y el restante Asia; América Latina consume menos del 3 por ciento de las drogas en el mundo", dijo.
Si la gente se une, se puede
El experto relató cómo es que los distintos grupos sociales de Colombia se unieron para lograr lo que el Gobierno, con su mayúscula inversión militar, no pudo lograr.
"Los músicos de rock, de vallenato, inclusive Shakira, inclusive Juanes, inclusive Carlos Vives, se comprometieron con el discurso de paz y no dejaron tocarse políticamente. Y toda la gente joven que estaba ligada al rock, al vallenato, al pogo, a la balada, al rap, etcétera, empezaron a construir colectivos, colectivos que nos permitieron pensar sobre el conflicto armado", dijo.
"Los estudiantes de universidades privadas y públicas conformaron 'Universidades por la paz'. Hace casi 20 años formamos un grupo de periodistas que fuimos amenazados por Pablo Escobar, llamado 'Medios para la paz y periodistas para la paz', que hoy todavía existe. Cambiamos los discursos en los medios de comunicación: hoy en Colombia no se ve ninguna noticia de violencia en primera página. Los temas de violencia no pueden ser noticias, tenemos que convertir a la paz en noticia", expresó el también periodista, quien en cierto punto se tuvo que ir del país por amenazas directas del narcotráfico ligadas a su trabajo.
"Empezamos a tener comunidades negras y comunidades indígenas que se asociaron y juntaron para pensar la paz. El sindicato más grande de profesores de Colombia empezó a preocuparse por el tema de la guerra, y a sumarse al tema de la paz. Colombia llegó a tener 'violentólogos', expertos en violencia, para pasar a tener 'pazólogos', expertos en la paz", comentó.
Antonio Roveda Hoyos dijo también que un punto clave en esta transformación fueron las acciones tomadas por el sector empresarial.
"Voy a contarles brevemente lo que hicieron algunas organizaciones y algunas empresas para construir paz. Las empresas públicas, privadas y solidarias entendieron que las gestiones directas o indirectas significaban desarrollar discursos de paz; por lo tanto, entramos en la órbita de tener políticas de inclusión social, de no marginación, de democracia y de cero violencia", dijo.
"Empezamos a darnos cuenta de que el asunto no era solo de Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Perdónenme, pero yo eso lo trabajo hace muchos años, y es una mirada casi 'light' de la empresa: la empresa se siente tranquila dando unos regalos, dando unas pequeñas casas o haciendo actividades casi que parroquiales en los barrios pobres... ¡NOOO! No queremos limosnas, queremos una política de Estado y una política del Sector Privado que nos fortalezca el tejido social", expresó.
"Se empezaron a modificar algunos artículos de la Constitución, y no se le entregaba un registro en la Cámara de Comercio a ninguna empresa que no tuviera incluido dentro de sus principios a la inclusión social. A nuestros grandes empresarios les tocó recibir personas que estuvieron en el conflicto armado, como trabajadores", relató.
El experto recalcó que la paz no se puede lograr por la vía de la violencia, por la vía de la apuesta militar, sino a través del trabajo arduo, enfocado y honesto de la gente común.
"La paz no puede ser un discurso, la paz tiene que convertirse en una noticia, en una acción, en un valor y en un compromiso. Este no es un problema solamente de las Fuerzas Armadas Mexicanas, de las fuerzas regulares del Estado y de la Federación, sino que es un compromiso fundamentalmente de los mexicanos", manifestó.
"En Colombia empezó a darse cuenta la sociedad civil que no era por el Estado ni las Fuerzas Armadas que se conseguía la paz, sino por la misma sociedad civil", dijo.
"Siempre es mejor tener una paz imperfecta, que una guerra perfecta. No crean de aquellos políticos que están buscando la paz perfecta o de lo contrario perseveran en la guerra", expresó.