Comparte estudiante de Navolato su travesía para buscar mejores oportunidades en Culiacán
Me da tristeza estarme perdiendo momentos importantes en mi familia, señala la joven navolatense Alexa Priscila Tirado Bueno, estudiante de la Licenciatura en Música de la UAS
Alexa Priscila Tirado creció en una familia donde su padre y su hermano son músicos y desde entonces soñó con aprender lo que ellos sabían.
A los 16 años ingresó a la Escuela de Música de Navolato para comenzar su carrera como técnico, ya que para poder ser un profesional necesitas tener estudios rigurosos antes de entrar a algo profesional.
“Comencé mis estudios formales como tal en la Escuela de Música de Navolato en 2019, a la par cuando comencé segundo grado de preparatoria comencé el técnico en música allá”, dijo.
“Tenía la inquietud de estudiar música no solamente de nivel técnico, sino ya después una licenciatura como tal, solamente que mi lugar de origen, que es Navolato, solamente ofrecen hasta nivel técnico cuando mucho en grados de estudios profesionales en música”, comentó Alexa Priscila.
Al terminar la preparatoria no recibió el certificado de estudios, por lo que la opción fue estudiar en la Escuela Superior de Música de Sinaloa del Instituto Sinaloense de Cultura en Culiacán para seguir con el nivel técnico que se requería.
“Por unos problemas académicos que tuve, bueno, administrativos y académicos, no pude tener el certificado de prepa justamente al terminar el 2021, sino que fue hasta dos años más que pude sacar el certificado”, mencionó.
“Como opción tuve que meterme a la Escuela Superior de Música de Sinaloa del Instituto Sinaloense de Cultura. Ahí hice mis primeros dos años y fue estar yendo y viniendo”, expresó.
Alexa Priscila señaló que desde el principio fue muy cansado estar yendo y viniendo desde Navolato a Culiacán para poder aprender lo que le gustaba, pues se iba a las 8:00 y llegaba a las 22:00 horas. Tomar un camión hacia la central y de ahí otro para Navolato y como gastaba demasiado dinero en pasajes, a veces tenía que decidir si regresar a su casa o comer.
“Era muy cansado estar despertándome desde la mañana, estar estudiando, practicando instrumentos y después tener todos mis clases en la tarde y ensayos hasta las 7:45 u 8:00 de la noche”, explicó.
“A veces me quedaba sin comer bien por estar contando lo suficiente para tener para regresarme a mi casa. Así estuve los primeros dos años y luego ya llegaba a mi casa y me bajaba en el centro, llegaba como en promedio 9:15 o 9:30”, añadió la estudiante.
Después obtuvo su certificado de la preparatoria y decidió entrar a la Escuela de Música de la Universidad Autónoma de Sinaloa, pero el problema seguía siendo el mismo, el tiempo no le alcanzaba.
“Me armé de valor y dije ‘a lo mejor termino mudándome, porque esto de estar yendo y viniendo me está consumiendo mucho”, expuso.
A los meses le comunicaron que estaba dentro de la licenciatura, pero para poder estudiar y darse el tiempo para ella se mudó a Culiacán en la Casa del Estudiante de la universidad.
“Me daba sentimiento dejar Navolato, por mi familia, por mis hermanas, pero dije ‘tengo que hacerlo porque yo también quiero salir adelante con mi carrera’, pues es un sueño que yo tengo. Hasta ahora me ha ido muy bien, de hecho”, expresó.
Indicó que lo más difícil que ha sido para ella el mudarse, es la cuestión económica, ya que tiene que guardar el dinero de un mes y distribuirlo para todos los días. A veces vende cosas en su escuela para ayudarse, como pulseras, aretes y llaveros.
“Antes era contar el pasaje, contar el dinero o para el pasaje o para comer. Igual, acá me está pasando, pero no es tanto que ande con el pendiente si voy a comer o no, sino que es para sobrevivir al mes”, expuso.
“Me da tristeza estarme perdiendo momentos importantes en mi familia, por estar acá con mi tarea”, mencionó Alexa Priscila.