Buscan apertura de escuelas para zona Tarámari; por la lejanía alumnas y maestras tienen que dormir en las aulas
Hortensia López Gaxiola, integrante del Colectivo Tarahumara Sinaloense detalla que al momento hay dos maestras que acuden a la zona serrana para impartir clases a estudiantes en Cuitaboca en el municipio de Sinaloa
Como una forma de mantener la cultura de las zonas Tarámaris, la activista Hortensia López Gaxiola, del Colectivo Tarahumara Sinaloense, empezó una gestión con la Secretaría de Educación estatal para que se abran escuelas en la Tuna de abajo y Cuitaboca en el municipio de Sinaloa.
“El propósito es que se abra una secundaria en la Tuna de abajo en el municipio de Sinaloa, y un bachillerato en Cuitaboca en la sierra de ese mismo municipio”, dijo.
“Nosotros hemos estado apoyando a la muchachas de Cuitaboca, que tienen interés en seguir con sus estudios, pero lo que hemos visto es que hay un desprendimiento de su cultura, ellos fácilmente se integran al quehacer de la gente de acá y luego algunos que han desertado, ya no quieren regresar a su comunidad, se quedan a vivir en la cabecera”.
Explicó que entonces no es nada más darles el apoyo de parte de nosotros que es lo que hemos hecho, sino que también necesitan un acompañamiento a la hora que salen de su comunidad, porque lo más fácil es que ya no quieran usar su vestimenta, que ya no quieran usar su lengua.
“Lo que buscamos es que el bachillerato llegue a su comunidad para que ellas puedan permanecer ahí el más tiempo posible, ya cuando haya que estudiar la universidad, entonces ver si pueden continuar en la UAIM, dónde ahí se fortalece mucho lo suyo o donde ellas deseen”, dijo.
La activista, dijo que en Cuitaboca, ahorita lo que se tiene es una secundaria, y que pronto van a egresar nueve alumnos del año pasado y antepasado, que estarían en oportunidad de iniciar el Telebachillerato y serían ya 24 alumnos, así mismo, para la secundaria, son 21 niños los que podrían continuar sus estudios.
Detalló que en las condiciones en las que se encuentran en este momento son muy básicas, ya que cuentan solo con un salón y las maestras que son las encargadas se tienen que quedar con las familias.
“Ahorita en Cuitaboca, lo que vi yo con la maestra de primaria es que las dos, la maestra de secundaria y al primaria, dijeron, nos vamos a tener que ir a vivir al salón para que unas niñas que vienen desde muy lejos, que caminan 2 horas y media se puedan quedar a vivir ahí con nosotros, porque se quedan a dormir afuera de cualquier casa, porque no les da el tiempo de ir a su casa y regresar”, comentó.
Aunque en la zona urbana el contexto de la pandemia es algo que ha tenido que tornar las clases a la modalidad virtual, en estas comunidades rurales se ha trabajado en la presencialidad todo este tiempo, y las maestras sigue acudiendo a brindar clases, ya que no se puede trabajar por cuadernillos, porque los padres de familia son analfabetas.
Detalló que las maestras de Cuitaboca, bajaron de la sierra para la jornada de vacunación y en unos días más subirán para poder seguir impartiendo clases.