Xóchitl en un laberinto
El Frente Amplio por México ya tiene a Xóchitl Gálvez como su candidata. Que nadie se haga bolas -sólo Creel- porque está muy claro que ella es la favorita del amplio espectro antimorenista. Lo es, no porque su perfil ideológico sea congruente con las ideas dominantes en el PAN y PRI, sino porque con su personalidad ha construido una narrativa y un imaginario desafiantes, disruptivos y populistas de derecha para enfrentar el populismo de izquierda asistencialista de Morena. Si querían enfrentar en serio a Morena tenían que encontrar un discurso y una figura que le disputara importantes franjas a la clientela electoral popular de la 4T.
Xóchitl convenció a los antimorenistas, tanto políticos, empresarios e intelectuales que ella, una mujer de madre otomí y padre alcohólico violento. Que ella, nacida en la pobreza y salió avante hasta convertirse en una empresaria. Ella que promete mantener los programas sociales de AMLO. Ella la picardienta, la pícara, la antisolemne, la bravía. Ella, la mujer inteligente y creadora de una empresa exitosa. Ella, la que descubrió Vicente Fox porque era promotora de planes sociales para las poblaciones indígenas. Ella es la única, por todo lo anterior, que puede confrontar en serio a AMLO, Morena y Claudia. Y sí, ha convencido a los actores sociales que ahora la apoyan que es así.
Sin embargo, confronta varios escollos y contradicciones que no se ve claro cómo enfrentará.
Uno, muy beligerante, pero del que todavía no sabemos cómo pueda reaccionar políticamente: la ultraderecha tanto dentro del PAN como fuera de él. El otro: su confuso discurso ideológico y sus primeras propuestas programáticas.
Antes que Verástegui, el más famoso de los tres, hubo dos líderes de la extrema derecha mexicana que se manifestaron enérgicamente contra la posibilidad de que Xóchitl Gálvez sea la candidata del frente opositor: Juan Iván Peña Neder y Raúl Tortolero. El primero es el dirigente nacional de México Republicano y prominente ideólogo ultraderechista, y el segundo es un intelectual cristero sinarquista.
Peña Neder dice de Xóchitl el 6 de julio en tres tuits (cito partes):
1. “La comentocracia ya ungió a Xóchitl, y sin haber puesto un pie fuera de la CDMX o realizado un evento exitoso. Se oyen así mismos y creen que van a desmontar la enorme maquinaria de Estado que Morena ha construido, tanta novatez parece calculada”.
2. “La Iglesia México va a pronunciarse sobre el tema Xóchitl... condenando su público marxismo”.
3. “Los católicos no debemos votar por las ideas de Xóchitl...”.
Tortolero escribió en uno de sus artículos que pueden encontrar en Google:
“Quienes nos reconocemos como auténticos cristeros del presente siglo, nos enfrentamos a la cultura de la muerte, y de la cancelación, a la censura, al criterio progre de las redes sociales, que todos los días esconde nuestros contenidos, nos tiran nuestros canales, como a leyes injustas, al aborto, al anticristianismo, a la revolución woke y a los no pocos gobiernos socialistas blandos de Hispanoamérica.”
“Ser cristero es ser un soldado de Dios. A diferencia de los cristeros de hace ya casi 100 años, el perfil de los actuales no es el de un campesino católico y armado, sino, en general, el de gente clasemediera, universitaria, católica, entre cuyas habilidades destacan, más que el manejo de un fusil, ser autores de libros, dar conferencias, hacer análisis geopolítico, participar en programas (lives) contra los supremacismos progresistas, y asistir a marchas provida y pro familia”.
Es difícil saber cuál es la influencia de estos líderes de la extrema derecha mexicana y cómo podrían enfrentar a la inminente abanderada de la oposición a Morena, pero ya lo están haciendo. El que sí ha sido más visible, sobre todo a través de un video en las redes, es el actor y activista católico Eduardo Verástegui. Para él “el PAN está muerto”, y agrega en un tuit:
“Familia, ¡estamos a tiempo! En política no hay sillas vacías. Todavía nos queda una oportunidad de salvar a México y construir una opción que nos permita recuperar lo perdido y el futuro de la nación. Basta de indiferencia y pasividad en política electoral. ¡Viva México!”.
Verástegui habla de impulsar un gran movimiento político alternativo al frente opositor y a Morena. No queda claro cómo lo va a hacer. Pero lo que sí es seguro, es que gran parte del voto clasemediero conservador, anti aborto, anti LGTB, anti programas sociales asistencialistas, no se lo van a dar a “la marxista Xóchitl”. Y sí, dicen que esta mujer es marxista porque ella sostiene que lo fue en su juventud.
Pues, justamente, por el flanco izquierdista y más específicamente el trotskista, un viejo militante de esta corriente, Edgar Sánchez, en entrevista con el periodista Julio Astillero, dice que ni él ni sus compañeros de la Liga Obrero Marxista (LOM), en la que dice Xóchitl que militó, la conocen, y duda que hay sido parte de ellos. Cuando se fundó el PRT, el partido que agrupó a la mayoría de los trotskistas mexicanos, en 1976, la Gálvez tenía 16 años, y si antes fue parte de la LOM, es casi imposible que teniendo 14 o 15 años fuera parte de una organización clandestina, además de que todos recordarían a esa niña militante.
Es decir, Xóchitl, a estas alturas ya sufre el rechazo de la ultraderecha, y por otro lado, va a sufrir para mantener una narrativa donde ella quiere presumir un supuesto pasado izquierdista, defiende el derecho al aborto, simpatiza con los LGTB, defiende los programas sociales populistas y es la abanderada del PAN que está en contra de todo lo anterior. Es la favorita del impresentable Alito y la consentida de los intelectuales que abominan de los programas sociales morenistas que a ella le gustan... ¡Uf!