Volatilidad en paridad cambiaria
Iniciamos ayer la semana con una jornada bursátil con bajos volúmenes operativos, derivado del feriado de nuestro vecino país del norte.
Las bolsas de valores y los mercados de renta fija de Estados Unidos permanecieron cerrados este lunes por la celebración del Día del Trabajo en esa nación. La falta de actividad en Wall Street resultó, a su vez, en una jornada con menor bursatilidad en los mercados financieros del resto del mundo.
El viernes pasado, el mercado de valores estadounidense concluyó al alza la sesión, luego de recibir una de las más importantes actualizaciones de precios.
El Dow Jones marcó su cuarto récord de la semana, mientras que los otros dos indicadores subieron por primera vez en tres días.
El desempeño semanal fue similar, con un alza marginal del SP500 y una baja de casi uno por ciento por parte del Nasdaq. Los operadores asimilaron el viernes que el índice de precios con base en el gasto personal subió en línea con las expectativas tanto a nivel general como en su componente subyacente.
La información refuerza la elevada posibilidad de un recorte de tasas de interés en septiembre e invita a los inversionistas a pensar en una inflación que se dirige a la meta, por lo que más disminuciones de tasa podrían llegar pronto. Según algunos analistas especializados, los datos recientes de inflación reflejan moderación en el ritmo de crecimiento del índice de precios, apoyando los comentarios del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, quien ha expresado que tiene mayor confianza en que la inflación mantiene una trayectoria hacia el objetivo del 2 por ciento.
El escenario monetario ha impulsado gran parte del ánimo positivo las últimas semanas, luego que la Reserva Federal señalara viable el movimiento del noveno mes, pese a nunca dejar de hacer énfasis en la cautela. Hace semanas que el mercado ve casi seguro un recorte en septiembre, migando las especulaciones a la magnitud del movimiento, aunque la gran mayoría ve solo 25 puntos base.
En tanto, los reportes corporativos trimestrales han seguido influyendo en las cotizaciones. Esta semana serán dados a conocer datos de empleo (nómina privada y la nómina no agrícola), que abonarán tanto al panorama monetario como a los temores de decrecimiento económico.
Ayer, el mercado de valores de México cerró con un tono claramente positivo, tras recibir algunos nuevos datos y en una jornada de bajo volumen de operación. Las canastas accionarias, que vienen de hilar dos semanas de pérdidas, registraron su segunda alza en seis días y la segunda más acelerada en dos semanas. Sin embargo, el volumen de operación fue 86 por ciento más bajo que el promedio registrado.
Este lunes los inversionistas incorporaron que las remesas cayeron por tercera ocasión en cinco meses, dando una muestra más de desaceleración, aunque los analistas piensan que aún podrían cerrar el año en terreno positivo. Por otro lado, los analistas privados encuestados por Banco de México empeoraron sus perspectivas tanto de inflación como de crecimiento económico para este año. Más adelante en la semana México publicará datos como la inversión fija bruta, el consumo privado, la tasa de desempleo y las ventas de vehículos ligeros.
En temas energéticos, tenemos que la semana pasada los precios internacionales del petróleo cayeron, afectados por las preocupaciones por una menor demanda ante la reducción del bombeo del hidrocarburo en Libia.
Así, el precio del barril de crudo europeo, Brent del Mar del Norte, descendió 1.14 dólares para ubicarse en 78.80 dólares, mientras que el referente estadounidense, West Texas Intermediate, perdió 2.36 dólares para ubicarse en 73.55 dólares por barril. Con esto, el crudo americano terminó la semana con un descenso acumulado de 1.9 por ciento, mientras que el europeo ganó 0.8 por ciento.
La caída se produjo mientras el gobierno del este de Libia reduce las exportaciones de petróleo en un intento por controlar el banco central del país. Reuters informó que la producción del país se redujo en 700 mil barriles por día en medio de la disputa. Sin embargo, el país ha sido un proveedor poco fiable desde que las distintas facciones internas comenzaron a luchar por el control del país y sus ingresos petroleros, desde la muerte en 2011 Muammar Gaddafi.
En asuntos cambiarios, observamos que el peso cotizó el lunes con un tono negativo. De acuerdo a los registros del Banco de México, el tipo de cambio cerró la jornada de ayer en 19.79 pesos por dólar en su modalidad interbancaria, una caída de nueve centavos respecto al cierre previo del viernes. En tanto, el Índice Dólar, o DXY, que rastrea el comportamiento de la divisa estadounidense frente a una canasta de seis monedas, bajó 0.07 por ciento, a 101.66 unidades.
Los operadores siguen atentos al panorama legislativo, ya que el Congreso de la Unión en México inauguró este domingo 1 de septiembre el primer periodo ordinario de sesiones de la LXVI Legislatura y esta semana será discutida la polémica reforma al Poder Judicial. Actualizaciones respecto a esa y otras reformas constitucionales, emprendidas por el partido gobernante, Movimiento Regeneración Nacional, seguirán como potenciales elementos de volatilidad.
El tipo de cambio, que tuvo en agosto su segundo peor mes desde el inicio de la pandemia, presentó su caída número ocho de los últimos once días y quedó muy cerca de recuperar su peor nivel desde diciembre de 2022. Los operadores asimilaron el recién comentado dato de remesas. Además, los analistas privados empeoraron sus estimados de inflación y crecimiento económico para este año, de acuerdo con la más reciente encuesta de Banco de México. El propio regulador mexicano recortó sus pronósticos de avance productivo para el país la semana pasada, pasando su proyección para 2024 de 2.4 a 1.5 por ciento. Sigamos atentos; nos vemos el próximo martes.
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