Videojuegos y ciberseguridad
En esta temporada, los videojuegos se convierten en uno de los objetos más solicitados como regalo, situación que es deseable acompañar de recomendaciones en ciberseguridad, principalmente para las y los menores de edad.
Durante el 2022, México se posicionó entre los 10 países con mayor gasto relacionado con esta industria. De acuerdo con la consultora Statista, las y los gamer realizaron compras por 2 mil 300 millones de dólares, que representan el 31 por ciento del mercado de América Latina y cerca del 13 por ciento mundial.
El Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia estima que 9 de cada 10 niñas y niños de entre 10 y 14 años pedirán a los Reyes Magos videojuegos, uno de los objetos siempre deseados, juguetes inteligentes, teléfonos o tabletas como regalo.
Sin duda una de las actividades favoritas para el esparcimiento, que requiere guía para fortalecer la cultura de la prevención ante situaciones delictivas que han migrado a esas plataformas.
En el último año, el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México detectó que a través de plataformas como Free Fire, Roblox, Minecraft, Call of Duty o Fortnite, ciberdelincuentes, principalmente aquellos que participan de la pornografía infantil o trata de personas, buscan enganchar a menores de edad.
El modus consiste en entablar una relación de amistad y, ocasionalmente, amorosa. Los posibles reclutadores piden fotos o videos íntimos, incluso manipulan a sus víctimas para hacer que salgan de sus hogares bajo la promesa de una mejor vida.
Uno de los reportes atendidos por la Línea de Seguridad y el Chat de Confianza 55 5533 5533 -que da orientación jurídica y psicológica 24/7, gratuita, a todo el País- fue el de un niño de 10 años, quien hizo “amistad” con un hombre de 51 a través de Minecraft; el menor envió fotos de él y su hermana de 4 años. Un familiar se percató, reportó, se impidió que el intercambio continuara y hay una denuncia en proceso.
Las redes sociales, internet o videojuegos son un universo familiar a las niñas, niños y adolescentes; navegar o jugar en línea no representa un problema si se toman las medidas adecuadas.
Si normalmente se les enseña a no hablar con extraños en la calle, en el espacio virtual es similar, lo que puede ir acompañado de acciones como no proporcionar datos personales, cambiar las contraseñas de manera constante, no usar la misma para varias cuentas, crear una dirección de correo solo para jugar.
Descargar juegos solo de sitios web oficiales para evitar archivos maliciosos o phishing; activar el control parental que limita la actividad de las y los menores y protege de contenido inadecuado o de acciones como el pago en línea.
La mejor diversión es y será la que se fortalezca desde la prevención.