Víctima o victimario
Los periódicos y las notas de las últimas semanas no dejan de dar cuenta de las presuntas irregularidades cometidas por el ex Rector Héctor Melesio Cuén. Poco a poco continúan saliendo a flote diversas compras irregulares, contrataciones inexplicables y muchos detalles más, desde las cuentas de la UAS. Sin duda, quienes están cansados de ver los grandes abusos ya decidieron soplar.
No obstante lo anterior, el ex Rector no se ha quedado callado sino que ha salido a decir que políticamente se le quiere acabar y por eso se le ataca. Lo anterior quiere decir que nos quiere confundir y pasar de victimario a víctima. Veamos la diferencia.
El victimario es aquel que realiza daño o agresión y el señor Cuén le ha hecho daño a las arcas de la UAS y, por tanto, ha mal utilizado el recurso público. Esto quiere decir que parte de los impuestos que tú y yo pagamos de forma cotidiana han sido utilizados de forma equivocada para un propósito distinto al cual y para lo actual se entregaron. Por tanto, es victimario y no víctima como hoy nos lo quiere hacer ver.
La víctima es la que sufre daño o perjuicio a causa de determinada acción. Si lo vemos desde afuera nos damos cuenta de que lo único que los medios han realizado hoy en día es mostrar evidencias y pedir que se investiguen las presuntas irregularidades (ya con evidencia en mano), y también existen voces cada vez más fuertes de lo que no está bien en la UAS y Cuén maneja, ha manejado y quiere seguir manejando.
Por ello es importante que las autoridades estatales, los diputados y diputadas locales no paren de pedir que se siga investigando. No obstante lo anterior, la autoridad federal, es decir, los diputados federales, l@s senadores, deben pujar para que la Auditoría Federal de la Federación le atore a la revisión de las cuentas y las denuncias presentadas, para que este tema no quede en medios o en un pleito político que se pueda arreglar bajo la mesa. También esperamos que no se deseche, como se hizo con el caso que cerraron de las cuentas del “Niño Verde”.
El ex Rector, en complicidad con otras posibles autoridades de la UAS, han realizado cosas que no parecen, no son, y no queremos que se sostengan, indebidas, y por ello debe existir una sanción mínima.
Si lo vemos, se parece al tema de la Estafa Maestra que logró tener en la cárcel por un tiempo a Rosario Robles. Muchos dicen que ella no fue la responsable directa de las cosas, mas sí indirectamente, y no sabemos si ya soltó la sopa o no, o si regresarán el recurso desviado, que es fundamental para el buen funcionamiento de las instituciones educativas, en donde cada peso cuenta.
Por otro lado, se sabe que la Universidad ha tenido que ser apoyada por el Gobierno del Estado para sacar adelante cuentas pendientes con terceros. No es posible que esto suceda y no se sancione o se obligue a regresar el recurso.
Aún es tiempo de mostrar que es real la promesa del nuevo gobierno de no mentir y no robar. La traición ha venido de quien ha utilizado mal el recurso económico y humano de la institución.