Vía Lucis

Rodolfo Díaz Fonseca
10 abril 2020

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@rodolfodiaz

 

Cada Viernes Santo, desde 1964, el Papa en turno celebra el Vía Crucis en el Coliseo de Roma, pero hoy, debido a la pandemia del coronavirus, el Papa Francisco lo presidirá desde la Plaza de la Basílica de San Pedro totalmente vacía.

Las meditaciones fueron escritas por 14 personas actualizándolas sobre su vida: cinco personas detenidas, una familia víctima de un delito de homicidio, la hija de un hombre condenado a cadena perpetua, una educadora de instituciones penitenciarias, un juez de vigilancia penitenciaria, la madre de una persona detenida, una catequista, un fraile voluntario, un agente de policía penitenciaria y un sacerdote que fue acusado y ha sido absuelto definitivamente por la justicia, tras ocho años de proceso ordinario.

Las 14 meditaciones fueron propuestas por la capellanía del Centro Penitenciario “Due Palazzi”, de Padua. Este Vía Crucis, dijo el Papa, se convierte en verdadera Vía Lucis:

“Acompañar a Cristo en el Camino de la Cruz, con la voz ronca de la gente que vive en el mundo de las cárceles, da la oportunidad para asistir al prodigioso duelo entre la vida y la muerte, descubriendo cómo los hilos del bien se entretejen inevitablemente con los hilos del mal”, expresó.

Bergoglio subrayó que hoy también puede hacerse carne la escena del buen ladrón: “porque también en la oscuridad de las cárceles resuena el anuncio lleno de esperanza: «Para Dios nada hay imposible» (Lc 1,37)… Si alguien le estrecha la mano, el hombre que fue capaz del crimen más horrendo podrá ser el protagonista de la resurrección más inesperada. Con la certeza de que incluso cuando contamos el mal podemos aprender a dejar espacio a la redención, podemos reconocer en medio del mal el dinamismo del bien y hacerle sitio”.

¿Transformo todo Vía Crucis en auténtica Vía Lucis?