Velaba el PRI un parto complicado. Una candidatura sacada con bíceps

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Quien haya salido anoche o vaya a salir hoy como precandidato del Partido Revolucionario Institucional al Gobierno de Sinaloa no es producto del alumbramiento indoloro, como se esperaba que fuera, sino de contracciones traumáticas que nunca estuvieron en los planes del PRI ni del Gobernador Quirino Ordaz Coppel, en cuyo despacho cayó la pelota sucesoria. La cesárea política que en la víspera ponía nerviosa a la estructura tricolor luchaba por salvar el perfil del pretenso, por más que los intrigantes deseaban sofocarlo.

El edificio del Comité Directivo Estatal del PRI, ayer por la tarde la Babel política de Sinaloa, acorazando rumores que de un minuto a otro cambiaban el nombre del que será destapado hoy como abanderado a la Gubernatura, si es que no ocurrió entrada la noche cuando Quirino Ordaz debió mediar en el contexto en que Jesús Valdés Palazuelos despuntaba en posibilidades pero esa posición predominante lo colocaba también en el centro de las pugnas por el poder.

De pronóstico reservado, se decía. No apto para cardiacos, era la conclusión producto de la desinformación. Lo más que se llegó a especular es que se había armado un complot primero contra Valdés y enseguida en detrimento de otras aspiraciones, haciendo de la maquinaria tricolor una fábrica en serie de rumores. ¿Quién fregados es el candidato?, interrogaban los interesados; ¿qué candidatura descuartizada están armando?, inquirían los de la competencia.

A Jesús Valdés se le reconocía la rentabilidad electoral al ser el pretenso del PRI mejor posicionado en las encuestas, sin embargo, cada aspirante sacaba a relucir las virtudes propias y la ruleta volvía a girar una y otra vez, a veces con vocación rusa y otras como si fuera pirinola de la suerte. La orden proveniente del tercer piso del Palacio de Gobierno los instaba a ponerse de acuerdo para que la unidad fuera el distintivo de la definición, aunque la maldita cohesión abandonó temprano la sede priista. Huyó para no comprometerse con nadie.

A como estaban las cosas, cualquiera podría haber salido candidato entre la rebatinga de Madero 240 poniente. Era verdad que Quirino Ordaz Coppel no tenía definida la candidatura. No lo creíamos hasta que el jueves 21, del año 21 y de siglo 21, los dados subían y caían repetidamente sobre la mesa de la negociación, con el mismo pasmo y desesperante perplejidad de los congregados en el cónclave. ¡Sorprendentemente el Gobernador no optó por el "dedazo"!

Igual que Jesús Valdés seguían en la puja Mario Zamora Gastélum, Ricardo Madrid Pérez, Javier Lizárraga Mercado y hasta Juan Alfonso Mejía, en espera del humo blanco que llegara a dispersar las brumas de medición de trayectorias, repintando o decoloración de las siglas tricolor o el fuego amigo que llegaba desde fuera. Ya al cuarto para las doce el perfil previamente dibujado acabó siendo un boceto difuso.

La única señal que hubo ayer es que Chuy Valdés estaba casi con la candidatura en la bolsa. Así lo confirmaba su condición de ser el aspirante más atacado por la táctica jurídica de Sergio Torres que en un último intento insistió en sacarlo de la contienda al denunciarlo por supuestos delitos de corrupción ante la Fiscalía General de la República. Insistimos: parecía que “El Morrín” era el único que sabía que el dirigente del PRI era el candidato.

Otro rasgo del ardid "tumbemos a Chuy" tiene que ver con la fake news que le acreditó un departamento de lujo en Miami, mentiras que palideció cuando se aclaró que es un homónimo el que tiene dicha propiedad. El primer asunto inclusive lo distrajo en la contrademanda por difamación que llevaría ante la misma FGR.

Otra indicación provino de sectores que se movilizaron, al menos el campesino y popular, para respaldar a Jesús Valdés, mientras la militancia comenzó en las redes sociales con publicaciones de adhesión al dirigente del PRI. Al acecho la protesta por si el elegido es ajeno al partido, de igual forma se instalaba el besamanos con la certeza de que no habría sorpresa que en la noche, u hoy, les eche a perder la fiesta.

De la sala de juntas del cuartel del PRI en Culiacán de pronto salían gritos destemplados que reflejaban lo difícil de la definición y enseguida el silencio que denotó otra ronda de diálogo. Es que a unas horas de que se decida al priista que encabezará la coalición Va por Sinaloa la inédita complicación del desenlace echó abajo el final feliz tan anunciado. Si la disciplina se trabó anoche, o se traba este día, la historia requerirá de un cierre alterno.

Y como no se pusieron de acuerdo, seguía la vigilia en la cual Quirino Ordaz haría uso del voto de calidad frente a todos los que pretenden sucederlo en el gobierno y la advertencia al menos fue tajante; el que resulte debe ser arropado por los demás porque candidaturas del PRI hay muchas, pero sólo una para Gobernador.

 

Reverso

Lo evalúan bien los sondeos,
En el desempeño de Gobernador,
¿Pero gustarán los ajetreos,
De Quirino el prestidigitador?

 

Trébol envenenado

Mientras tanto, en el territorio Morena el precandidato a Gobernador, Rubén Rocha Moya, anunció su reunión con Gerardo Vargas Landeros y en las plataformas digitales le empezaron a recriminar que ahora busque acuerdos con el ex Secretario de Gobierno del sexenio de Mario López Valdez, quien le pegó duro al hoy abanderado de la 4T y que además es considerado antípodas de cualquier transformación que para bien pueda experimentar la función pública. ¿Caerá en la trampa del jefe del movimiento del trébol de cuatro hojas que de pronto se volvió más rochista que ninguno?