Una vida diferente

Rodolfo Díaz Fonseca
10 junio 2020

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rfonseca@noroeste.com
@rodolfodiazf

 

El prolongado encierro parece no tener fin. Las curvas y picos de las gráficas se prolongan por la falta de cuidado y observancia de las recomendaciones de quedarse en casa. El aplanamiento -¡de plano!- no llega. Los excesos de convivencia y el nulo respeto por la sana distancia multiplican el índice de contagios y de fatales víctimas. Es de esperar que esta cruda y dramática experiencia nos haga tomar conciencia de la realidad.

Una importante lección que debemos aprender es que de esta pandemia nadie saldrá igual; podremos salir mejor o peor, pero ninguna persona saldrá siendo la misma, dijo el Papa Francisco en un videomensaje transmitido con ocasión de la fiesta de Pentecostés:

“De las grandes pruebas de la humanidad, y entre ellas de la pandemia, se sale o mejor o peor. No se sale igual. Yo les pregunto: ¿Cómo quieren salir ustedes? ¿Mejores o peores?”, cuestionó.

Bergoglio subrayó que tenemos que aprender a manejarnos en nuevas realidades y contextos: “Cuando salgamos de esta pandemia, no podremos seguir haciendo lo que veníamos haciendo, y cómo lo veníamos haciendo. No, todo será distinto”.

El Papa remarcó que nuestro comportamiento después de la pandemia deberá ser totalmente diverso: “Todo el sufrimiento no habrá servido de nada si no construimos entre todos una sociedad más justa, más equitativa, más cristiana, no de nombre, sino en realidad, una realidad que nos lleva a una conducta cristiana. Si no trabajamos para terminar con la pandemia de la pobreza en el mundo, con la pandemia de la pobreza en el país de cada uno de nosotros, en la ciudad en donde vive cada uno de nosotros, este tiempo habrá sido en vano”.

¿Cómo saldré de la actual pandemia? ¿Mejor o peor? ¿Vivo como cristiano o lo soy solamente de nombre?