Una novela inmortal (6)
“El príncipe Andréi acepta fríamente la ruptura del compromiso con Natasha. Él le dice a Pierre que su orgullo no le permitirá renovar su propuesta. Avergonzada, Natasha hace un intento de suicidio y cae gravemente enferma.
Tercer volumen
La batalla de Borodinó es uno de los principales acontecimientos históricos en torno a los que gira gran parte de la novela y es detallada minuciosamente por Tolstói. Tuvo lugar el 7 de septiembre de 1812 y en ella se estima que tomaron parte más de 250 mil hombres y que hubo alrededor de 70 mil bajas y fue un acontecimiento fundamental en el fallido intento de Napoleón por tomar Rusia.
Con la ayuda de su familia, especialmente Sonia, y el despertar de la fe religiosa, Natasha permanece en Moscú durante este difícil período. Mientras tanto, el conjunto de Rusia se ve afectada por el enfrentamiento entre las tropas de Napoleón y el ejército ruso. Pierre se convence a sí mismo a través de la gematría de que Napoleón es el Anticristo del Apocalipsis. El viejo príncipe Bolkonsky fallece a causa de un infarto mientras trataba de proteger sus bienes de los saqueadores franceses. No existe ayuda organizada del ejército ruso para los Bolkonsky, pero Nikolái Rostov aparece a tiempo en su propiedad para echar abajo una revuelta campesina incipiente. Nikolái se siente además atraído por la princesa María, pero recuerda su promesa con Sonia.
De regreso a Moscú, Petya consigue arrebatar un pequeño pedazo de galleta del zar en las afueras de la Catedral de la Dormición, y consigue finalmente convencer a sus padres para que le permitan alistarse.
Napoleón es el personaje principal de esta parte de la novela y se presenta con gran detalle, tanto su faceta de pensador como la de estratega. Su vestimenta, así como sus actitudes habituales y mentalidad son representadas minuciosamente. También se describe la fuerza de más de 400 mil hombres del ejército francés (aunque solo 140 mil eran francófonos) que marcha con celeridad a través de la campiña rusa a finales del verano y que consigue alcanzar las afueras de la ciudad de Smolensk. Pierre decide abandonar Moscú e ir a presenciar la batalla de Borodinó desde un mirador junto a un equipo de artillería rusa. Tras observar la batalla durante un tiempo, comienza a participar en ella al llevar munición para el ejército. En medio de la confusión, experimenta de primera mano la muerte y la destrucción propia de la guerra. La batalla se convierte en una horrible masacre para ambos ejércitos y termina en un callejón sin salida. Los rusos, sin embargo, han obtenido una victoria moral el defenderse del ejército supuestamente invencible de Napoleón. Por razones estratégicas y a causa de sus graves pérdidas, el ejército ruso se retira al día siguiente. Entre las víctimas se encuentran Anatol Kuraguin y el príncipe Andréi. Anatol pierde una pierna y Andréi sufre una grave herida en el abdomen a causa de una granada. Ambos son declarados muertos, pero las familias no recibirán la notificación a causa del desorden imperante”.