Un modo de vivir que no es normal en México
México está viviendo el tiempo de un gobierno que se va y de otro que está por iniciar: un gobierno que termina dejando un país muy dividido, posiblemente como no lo ha sido en decenas de años; un gobierno que dice una cosa que más del 70 por ciento de los mexicanos se la creen, aunque miles de mexicanos (el otro 30 por ciento) dan miles de razones comprobables de que no es posible creerlas; se viven, pues, tiempos de confusión, de verdades a medias, de mentiras y de “otras verdades”.
Las normas, leyes y convenciones sociales en las que creían los mexicanos se han puesto en duda o francamente se rechazan “por ser nocivas y hasta ‘antinatura’” y aun así, a riesgo de parecer fuera de lo que la mayoría acepta y cree, conviene reafirmar lo que se considera “normal” y dentro de lo razonable, porque no es posible que se acepte un país que está en desorden en tantos factores como los siguientes:
1. No es normal ni aceptable un país con tanta inseguridad y con tanta dependencia de los ingresos del narcotráfico, que tenga que pagar extorsiones a los delincuentes; y con tantos asesinatos, masacres y desaparecidos.
2. No es aceptable un país donde la drogadicción de niños y jóvenes está en aumento y donde los cárteles y delincuentes controlan territorios y poblaciones.
3. Algo está mal en un país que requiere militarizar aeropuertos, puertos, aduanas, fronteras, construcción de trenes y refinerías, por no confiar en la sociedad civil.
4. Nadie quiere vivir en un país en constante contaminación, deforestaciones, incendios, sin tratamiento ni control de aguas negras, sin prevención de riesgos climáticos y sin energías limpias
5. No puede ser aceptable un país con empresas públicas del Estado con tantos accidentes contaminantes y con tantas deficiencias.
6. No se puede vivir en un país en el que impunemente se robe gas y gasolinas que luego tranquilamente se vende a las gasolineras o se vende al menudeo a la orilla de los caminos, sin que exista una autoridad que sancione y castigue
7. Peor aún, no es posible que la autoridad ignore el “huachicol” y sólo actúe hasta que estalla o hasta que contamina calles, caminos y hogares citadinos.
8. Es lamentable el fracaso del sistema de salud, no sólo por su deficiente atención médica (que requiere importar “médicos” cubanos), sino también por la escasez de medicinas, clínicas, camas en hospitales y equipo moderno de diagnóstico.
9. No es aceptable que la sociedad tenga que sustituir la falta de atención médica con la creación de miles de consultorios promovidos y sostenidos por las farmacias privadas, adonde los mexicanos están acudiendo con mayor confianza, ante la mediocridad del servicio público de salud.
10. Y lo peor, que los mexicanos tengan que ir a consulta a las carísimas clínicas, hospitales y consultorios de especialidades, donde sí se puede exigir buen servicio.
11. Es deplorable un país con un gobierno que tampoco puedes atender el mantenimiento en carreteras, puertos y aeropuertos y que no sabe o no quiere hacer respetar la ley, frente a los que constantemente bloquean medios de comunicación por cualquier motivo, válido o no.
12. No es normal, ni aceptable, ni mucho menos tolerable que los mexicanos tengan una educación tan pobre y deficiente.
13. ¿Quién podría aceptar que los hijos de los mexicanos tengan que pagar altas cuotas en las escuelas privadas porque el servicio público educativo es tan deficiente?
14. ¿Quién puede aceptar un país donde se castiga y no se reconoce a los investigadores, a los científicos y hasta a los deportistas, quitándoles becas, empleos y presupuesto?
15. ¿Cómo aceptar un país que en seis años de este gobierno no haya podido avanzar en su Producto Interno Bruto general y per cápita?
16. No es normal ni debiera verse como “normal” que tantos mexicanos hayan emigrado y estén migrando a Estados Unidos, en busca de un trabajo con ingresos decentes.
17. ¿Cómo aceptar un país que casi sobrevive gracias a las remesas de los mexicanos expulsados de su país por estas y otras carencias?
18. Y ahora, vivir en un país “invadido” por migrantes “que van” y migrantes “que devuelven” y que muchos de ellos se están quedando aumentando la población en pobreza.
19. ¿Cómo creer en un gobierno que entra en conflicto con su principal socio comercial por caprichos y pretensiones del gobernante?
20. En fin, un país tan dividido entre el “pueblo bueno”, la “sociedad aspiracionista”, la iniciativa privada “corrupta” y todos los que no estamos de acuerdo con la forma de pensar y de actuar de este gobierno.
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