Un corazón con ese extremo de maldad
La declaración del Gobernador de Sinaloa respecto a la supuesta cancelación del mecanismo de Alerta de Género en cinco municipios de esa entidad causó reacciones entre los colectivos de feministas y defensoras de los derechos de las mujeres. Y es que, frente a casos que nos horrorizan, como los asesinatos de Karen y Carolina, por mencionar dos recientes, las palabras del Gobernador parecen más bien un “lavarse las manos” ante una situación que ha superado a las autoridades, y que además no comprenden.
Entre el 2015 y el 2020, la Fiscalía registra 346 casos de mujeres asesinadas; de estos, clasificaron 266 como feminicidios. Si bien los datos totales duelen e impactan, nos muestran una imagen parcial del problema. Para comprender la violencia letal en contra de las mujeres en Sinaloa nos dimos a la tarea de analizar caso por caso de los feminicidios, homicidios y desapariciones cometidos en Culiacán en esos mismos años.
Tomando como base el Mapa de Feminicidios de María Salguero, estudiamos cada evento revisando notas de prensa en diferentes medios, bases de datos oficiales, fotografías para identificar ubicaciones que no eran precisas, el registro forense y de personas desaparecidas, y también realizamos entrevistas con reporteros, activistas y asistimos a reuniones con autoridades.
De acuerdo con el Inegi, en México el 40 por ciento de los homicidios contra las mujeres ocurren en el hogar, no obstante, en Culiacán, identificamos que el 26 por ciento suceden en las casas y 58 por ciento son asesinadas y/o encontradas en la vía pública. Entre el 2015 y el 2020, los medios reportaron al menos 51 mujeres expuestas y sin vida. Las dejaron en parajes como el que conduce a la Casa del Lago de La Primavera, en los acotamientos de las carreteras, en cuerpos de agua y tres de ellas en panteones. Al 70 por ciento las asesinaron con armas de fuego, al 30 las golpearon, asfixiaron... y otras agresiones.
Al menos 51 mujeres en la vía pública, casi todas jóvenes, y 22 no fueron identificadas en el lugar de los hechos. La Semefo reporta en su página siete cuerpos de mujeres que nadie ha reclamado. Aparecen sus fotos en la página, que es pública, pero nadie las ha buscado.
Se registraron mujeres asesinadas en todos los grupos de edades, aunque casi la mitad de las víctimas son jóvenes. El 41 por ciento tenía entre 18 y 30, y duele decir que en un 22 por ciento no se especifica la edad porque, en la mitad de estos casos, sus cuerpos estaban demasiado lastimados.
Los datos de la violencia letal en contra de las mujeres nos horrorizan, las historias lastiman.
El Gobernador Quirino, a propósito del asesinato de Carolina por un policía, declaró que ese era un “hecho privado” porque no se puede “tener un corazón con ese extremo de maldad”.
Un corazón con extrema maldad. Un corazón tan frío. Una sociedad con extrema maldad. Sí sucede.