Un Congreso que reivindica la memoria. Honra a Clouthier y defensoras sociales

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El Congreso del Estado publicó la convocatoria para otorgar el Premio Medalla de Honor “Doctora Norma Corona Sapién” a la mujer que destaque en la defensa de derechos humanos, resaltando así la indómita labor de la luchadora social que marcó un antes y un después en la implementación del ombudsman nacional. Ella, que pagó con la vida el afán de arropar a los desamparados por la justicia, nunca ha muerto; está aquí junto a su ejemplo, tres décadas después de que la asesinaron.

También ayer la Cámara local sacó adelante con el voto del total de los Diputados asistentes el acuerdo que al seno de la Comisión de Protocolo y Régimen Orgánico fue aprobado por unanimidad para que el nombre de Manuel Jesús Clouthier del Rincón, ex candidato a la Presidencia de México y propulsor del avance democrático nacional, se inscriba con letras doradas en el Muro de Honor del Salón de Sesiones.

Antes, el 9 de noviembre de 2019, el Poder Legislativo Estatal homenajeó la trayectoria y obra del sinaloense Arnoldo Martínez Verdugo, fundador del Partido Comunista Mexicano que desde la trinchera política de la izquierda colaboró en la edificación de un México justo, libre y democrático. De igual forma tiene en curso los foros de la segunda consulta con las comunidades indígenas sinaloenses enfocado a que el presente resarza algo de lo mucho que les hemos quitado a los pueblos originales.

Se trata de un desempeño legislativo consensuado, si no es que unánime, cuyo mérito esencial consiste en reimplantar en el recuerdo social a aquellos personajes que han sido ladrillos firmes en el muro de los valores que sostiene a Sinaloa. Para saber dónde estamos plantados y qué raíces evitan que caigamos necesitamos conocer las aportaciones de mujeres y hombres valiosos y procurar que sus ejemplos se multipliquen.

Reparemos también en que se trata de tres personajes y un sector poblacional que el viejo sistema político mantuvo relegados para esconder al escrutinio público los alcances totalitarios de las mafias que consumaron los agravios. Emergiendo de aquella oscuridad que quiso convertir a México en la madriguera insondable de las peores mafias del poder, resplandecen ahora los faros que deberían aluzar la senda en las interminables jornadas por la dignidad colectiva.

Los paradigmas establecidos y los obstáculos librados por Norma Corona, “Maquío” Clouthier, Arnoldo Martínez o desde la entereza de los ancestros deben reencontrarse con la generación actual y las futuras desde las contribuciones, esfuerzos, sacrificios y circunstancias de cada cual porque es la única forma de ver esa luz que debe haber al final cada túnel. Los necesitamos para derrotar otra vez a los antihéroes que a diario pretenden pervertir el pretérito yendo en contrasentido del afán colectivo por una mañana de certidumbres.

Norma Corona enfrentando a gobiernos y policías siameses del narcotráfico, predadores persistentes de las garantías constitucionales; Manuel Clouthier abriéndole brecha a las libertades en medio del autoritarismo y represión de regímenes sostenidos en sus pedestales de corrupción: la narcopolítica que pudo doblarlo solo mediante un posible crimen de Estado, y Arnoldo Martínez que resistió la persecución y eliminación que se cernía contra toda oposición a aquel sistema que se ufanaba de ser la dictadura perfecta.

No olvidemos. Estamos como estamos por borrar de la retentiva general aquellos hechos que en su momento convulsionaron al País por la implícita cobardía de los victimarios, políticos corporativizados en la corrupción y el crimen, más la pusilanimidad de la sociedad, víctima apocada por el miedo a la alianza monstruosa entre la ley y los violadores impunes del marco legal.

Amnesia, ahora menos que nunca. Reconociendo la civilidad mostrada por los grupos parlamentarios al rendir honores a quienes honores merecen, actitud que reivindica tanto a los homenajeados como a quien ofrece los homenajes, algún dejo de orgullo tiene que sentir Sinaloa al llegar a este punto de inflexión donde los prejuicios, diferencias o traumas del pasado poco importan frente a la dimensión de los ciudadanos que honran.

Es ante todo un tributo a la memoria. Como un vistazo sereno hacia atrás calculando lo mucho que hubiéramos avanzado teniéndolos más tiempo en la lucha cívica. Y asestar, a partir de que el Congreso del Estado los resalta en el hoy confuso, un pinchazo de reminiscencia sobre todo a quienes aun creen que todo lo que tenemos hoy vino por albur, en la entelequia de la sociedad eternamente rupestre.

Reverso
Sabio el tiempo tiene que ser,
Para darnos nuevos albores,
Con los luminosos valores,
De Arnoldo, Norma y Clouthier.

Agradables ausencias
“¿Ha notado que Culiacán y Mazatlán están en paz, sin las confrontaciones de los presidentes municipales con los sectores, ahora que Jesús Estrada Ferreiro y Luis Guillermo Benítez Torres andan por España?”, me preguntan los lectores. Y sí. Tanta calma política estimula a hacer la solicitud de intercambio de gobiernos para que José Luis Martínez-Almeida, Alcalde de Madrid, y Ada Colau, Alcaldesa de Barcelona, ocupen los lugares de Estrada y “El Químico” y en reciprocidad les dejamos allá a ambos morenistas. Luego se los regresamos, será un cambalache por poco tiempo, solamente de hoy al 31 de octubre de 2021.