Tzedaká

Daniel Tapia Sánchez
19 agosto 2024

La palabra tzedaká proviene del hebreo tzedek, que significa justicia o rectitud, y está relacionada con la idea de que los actos de caridad no son simplemente un gesto voluntario, sino una exigencia ética para garantizar un equilibrio social. En el judaísmo, la tzedaká es vista no solo como una acción de generosidad, sino como un deber moral hacia la comunidad y hacia Dios.

La tzedaká surge de la tradición judía y está profundamente arraigada en los textos sagrados y la filosofía religiosa del judaísmo. El concepto tiene su origen en la Torá, donde se establecen las bases de la justicia social y la obligación de ayudar a los necesitados.

La tzedaká es un concepto fundamental en la tradición judía que trasciende la simple caridad para convertirse en un imperativo ético y moral. La tzedaká no se refiere únicamente a la donación voluntaria, sino a una obligación de ayudar a aquellos que se encuentran en situación de necesidad. Este principio no solo busca aliviar la pobreza, sino también restaurar un equilibrio social que, en su esencia, refleja la justicia divina.

Con el tiempo, la tzedaká se ha desarrollado como una práctica que abarca no solo la ayuda a los pobres, sino también la promoción de la justicia social, la educación y la dignidad humana. En la tradición judía, la tzedaká se considera una de los “mandamientos” más importantes, y su cumplimiento es visto como esencial para la vida espiritual y moral del individuo.

En su práctica, la tzedaká se manifiesta de diversas maneras, desde la entrega directa de recursos materiales hasta la creación de sistemas que promuevan la autosuficiencia y el bienestar colectivo.

La tradición enseña que la tzedaká no es meramente un acto de compasión, sino una responsabilidad hacia el prójimo y hacia la comunidad. Esta visión resuena profundamente en la misión de los bancos de alimentos, que no solo proporcionan sustento a quienes padecen inseguridad alimentaria, sino que también buscan dignificar a las personas y restaurar su sentido de pertenencia y esperanza.

Todos los días deberíamos realizar actos solidarios, actos que vayan desde ayudar a cruzar la calle a un adulto mayor o brindar alimento al necesitado, o cualquier acto que mejore este mundo donde vivimos, cualquier acto positivo, desinteresado que mejore la calidad de viva de un ser humano, de un animal de un ser vivo, es considerado tzedaká, lo importante es realizarlo, de preferencia todos los días y a cualquier momento.

La tzedaká no es solo una respuesta a la pobreza o la necesidad inmediata, sino una contribución continua y activa para construir una sociedad más justa y equitativa.

¿Hoy en cuantos actos pondrás en práctica Tzedaká?

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