Tejer buenas historias

Rodolfo Díaz Fonseca
25 enero 2020

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rfonseca@noroeste.com
@rodolfodiazf

 

Desde niños crecimos escuchando y leyendo historias o narraciones, ya fuesen cuentos, leyendas, anécdotas o relatos extraídos de la realidad. El ser humano se caracteriza por ser un tejedor de historias, las cuales, su vez, ayudan también a tejer la propia vida.

Éste fue el tema que escogió el Papa Francisco al dar a conocer ayer su Mensaje para la 54 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.

El Pontífice resaltó la necesidad que tenemos de contar buenas historias: “historias que construyan, no que destruyan; historias que ayuden a reencontrar las raíces y la fuerza para avanzar juntos. En medio de la confusión de las voces y de los mensajes que nos rodean, necesitamos una narración humana, que nos hable de nosotros y de la belleza que poseemos. Una narración que sepa mirar al mundo y a los acontecimientos con ternura; que cuente que somos parte de un tejido vivo; que revele el entretejido de los hilos con los que estamos unidos unos con otros”.

Recordó que Jesús utilizó muchas historias para comunicar su mensaje: “El mismo Jesús hablaba de Dios no con discursos abstractos, sino con parábolas, narraciones breves, tomadas de la vida cotidiana. Aquí la vida se hace historia y luego, para el que la escucha, la historia se hace vida: esa narración entra en la vida de quien la escucha y la transforma”.

Bergoglio lamentó la proliferación de tantas historias que se transmiten a través de todos los medios actuales y que no construyen al ser humano: “Cuántas historias nos narcotizan, convenciéndonos de que necesitamos continuamente tener, poseer, consumir para ser felices. Casi no nos damos cuenta de cómo nos volvemos ávidos de chismes y de habladurías, de cuánta violencia y falsedad consumimos”.

¿Tejo buenas historias? ¿Es mi propia vida una buena historia?