Tango de Sócrates, Sergio el bailador y la cicuta

Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé. En el 510 y en el 2000 también.

Y ni qué decir de 2018, querido Enrique Santos Discépolo. Que no hay a quien le alcance el aliento para hacer el repaso de lo que aquí sucede.

Qué decir de México donde todo está permitido y lo inaudito se ha vuelto cotidiano.

Una semana, una sola semana, y repasar el jaleo del país es para quedar mareado, con náuseas y atolondrado sin remedio.

No dejo de pensar en lo sintomático que es darle la misma relevancia a un suceso que cuesta vidas humanas que a otro que es de mero entretenimiento, no dejo de pensar en qué quiere decir de nosotros ese espejismo en la ponderación de nuestros intereses.

De nuevo el tango de Enrique Santos: Vivimos revolcaos en un merengue, y en el mismo lodo, todos manoseaos.

Que trescientos cuerpos vagan en tráileres porque no hay espacio en el forense para darles un tratamiento digno. Que aquí no hay honorabilidad ni para un asunto que debería ser sagrado. Las muecas, la tristeza, las lamentaciones, los me duele mi país que pronto se vuelcan en me indigna mi país y todos a firmar la petición para que ese vergonzante partido que es el PES no quede al frente de la comisión de Cultura.

Y de nuevo me duele mi país porque hallaron ropa de bebés en las fosas de Veracruz, que la muerte y los muertos de segunda, la merma social, los muertos pobres pero siempre sospechosos de ser culpables de ser pobres, de andar de revoltosos.

Y la carita triste y el puchero se incendia para volver a la indignación porque el desvío de el ex Gobernador de Veracruz, Javier Duarte por 60 mil millones de pesos será compensado con una multa de $58,890. Uf. Agh. No. Tiene que ser una broma. Cómo es posible.

Y la carita triste muta en carita feliz porque el PES ya no presidirá Cultura pero lo hará un tal Sergio Mayer que no distingue la letra ese de la zeta. Recontra uf y un agh más grande y más atorado en el cogote. Tiene que ser una broma más negra que la anterior. Pero CÓMO es posible. Pero que no hace falta ser Sócrates, ha dicho Sergio el bailador de la bolita que le sube y le baja. Que la cicuta, digo yo, tendría que estar a mano para cuando el desencanto y el cinismo se vuelvan insoportables. ¿Sabrá don Sergio de la cicuta de Sócrates? ¿Cuánto dinero ganará don Sergio por estar ahí? ¿Por qué los de puestos y salarios privilegiados no están obligados a educarse y a informarse? ¿por qué no están obligados a ejecutar comunicados correctamente? ¿a escribir bien la palabra comisión?

Volvamos al tango: Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador.

La carita triste. El rictus. El infierno dantesco que no acaba. Los muertos de un sistema pervertido que toma como carne de cañón a los más carenciados, a los indígenas, a los de piel oscura.

Que los padres de los 43 de Ayotzinapa esperan justicia y abrazar los cuerpos de sus hijos; que tener que buscar a tus hijos en un basurero debería avergonzar al país completo. Al universo entero.

Que Carmen Aristegui vuelve a la radio. Que las caras felices y las caras incómodas.

Que un Senador del PAN, Ismael García Cabeza de Vaca —y probablemente neuronas de toro, digo yo—, comparte fotos de una mujer mientras chatea en su curul:  “Pásame el cell del padrote no seas gacho ya me la quiero zumbar”

Que su partido lo respalda. Que la decencia del PAN, siempre tan religioso y opositor de las prácticas que consideran indecentes; puede hablar de sus prácticas sexuales en horario laboral.

Que en la Ciudad de México más de 5,000 personas han sido asesinadas entre 2013 y lo que va del año, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Les juro que me falta el aire.

Que si la periodista Lorena García va a demandar a Andrés Manuel por haberle dado un beso en la mejilla.

Que si al futbolista Héctor Herrera el cirujano le esculpió un nuevo rostro. Que si los rockeros deben ser políticamente correctos y a León Larregui le cayeron a palos por usar un lenguaje incorrecto. Al rockero. Aydiomío.

Que en este país la muerte infantil por pobreza y desnutrición es un lastre penoso, que las víctimas de trata sexual son menores de edad.

Que Sandra Esther Vaca —¿mera coincidencia con el otro Vaca que chatea para hablar de contratar los servicios sexuales de una chica en horario de trabajo?—, acusada como reclutadora de una red de prostitución conducida por el ex dirigente del PRI en la Ciudad de México Cuauhtémoc Gutiérrez, ahora fue nombrada titular de la comisión de Atención al Desarrollo de la Niñez.

Y la sabiduría del tango: si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición, da lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón.

Me detengo. Esto es México, pienso. Carajo. Este país. Este país. Este país.

¿Esto es México?

Necesito parar, oigan, hacer el recuento de una semana negra es un ejercicio muy jodido.

No se me ocurre otra idea que cerrar parafraseando al brillante Borges: El mundo, desgraciadamente, es el que es. Yo, desgraciadamente, soy la que soy.