Sinaloa y las urgencias de AMLO
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Esta semana he leído a algunos analistas de la política sinaloense y veo que ponen especial énfasis en los actores locales en perspectiva de la elección de gobernador en 2021 como si ahí estuviera la definición.
No está mal el enfoque, sin embargo es insuficiente. Percibo que sobredimensionan a estos actores y no le dan el valor a un actor que sin duda podría ser determinante de cómo quede distribuido el poder en los estados de la federación. Ese actor es el Presidente López Obrador. Voy a explorar el siguiente argumento: Para AMLO hay una elección que le interesa por encima del resto y esta es la de diputados federales.
AMLO necesita conservar la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados. Sabe que si pierde esta elección automáticamente se debilita el proyecto de la 4T porque se formaría un gobierno sin mayoría y eso con una oposición beligerante, con disposición para el chantaje, se crearía un escenario de mucha tensión sobre todo en la definición de la Política de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación.
En esa prioridad, habría que preguntarnos sobre ¿cuál es el lugar que ocuparán las elecciones generales de 15 estados, y en particular las que ocurrirán en Sinaloa?, además, ¿cuál será la apuesta de AMLO para garantizar al menos cuatro de los siete diputados de mayoría más los votos suficientes de representación proporcional para tener una buena tajada de los 40 diputados que corresponden a la Primera Circunscripción Plurinominal?
Las últimas encuestas de intención de votos indican que la marca Morena sigue siendo dominante en el país y si se sostiene esa tendencia hasta el inicio del proceso electoral da margen para privilegiar a sus aliados tradicionales, pero si no es así, y la intención de voto a favor de Morena va a la baja, AMLO tendrá que echar mano de un plan B con los poderes fácticos de los estados.
Es decir, los poderes que realmente deciden sean estos formales o informales, sea el gobernador o el grupo de ex gobernadores, incluso con actores empresariales interesados en tener interlocutores más confiables.
Si se presenta este escenario las posibilidades aumentan para garantizar el número de diputados que AMLO necesita de Sinaloa. Las encuestas recientes indican que el duelo va a ser Morena-PRI, sin embargo, habrá de depender de cómo evolucione el proyecto del Bloque Opositor que encabeza el PAN y tiene como potenciales aliados a MC y PRD que en Sinaloa literalmente no pintan.
Quirino Ordaz hasta ahora ha jugado en sintonía con el Gobierno de la República evitando cualquier roce, y eso ha marcado una relación cordial de manera que los proyectos del Gobernador no han sido sacrificados-. Va la inversión en la carretera Badiraguato-Guadalupe y Calvo, la presa hidroeléctrica Santa María y la Planta de Amoniaco en Ahome y seguramente seguirá así hasta las definiciones para el 2021.
Y quizá, como señalamos, coincidan sobre quien debe ser Gobernador por la cercanía que ambos tienen con Rubén Rocha o en su defecto, que pudieran convencer de que sea Jesús Vizcarra, mientras por el PRI cualquiera que sea sin el apoyo del Gobernador estaría destinado a ser derrotado.
Y si las cosas se encaminan en esa dirección, le daría juego al Gobernador, para dejar bien parado a su partido. Con muchas posibilidades de que el PRI y si va con el PAS, tengan posibilidades de recuperar parte de lo perdido en 2018. Quedando así un gobierno estatal filo priista con una mezcla legislativa y de gobiernos morenistas y priistas en algunas de las alcaldías del estado. Resulta impensable que se construya una alianza electoral PRI-PAN con miras a ganar lo que se pueda a AMLO y a su partido.
Es decir, las condiciones de Sinaloa facilitan un sistema de alianzas heterodoxas, lo que puede derivar sin grandes sorpresas a nivel de las candidaturas a Gobernador, pero si en las otras candidaturas siempre y cuando el mayor número de diputados federales sean para Morena, mientras el resto se distribuye entre el PRI y el bloque que encabece el PAN.
O sea, esto va a depender de como jueguen los actores más influyentes, respetando el interés de López Obrador para conservar la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, si en el PRI no les preocupa estas diputaciones podrían mejorar su posición en las alcaldías e incluso duplicar los diputados que hoy tienen en el Congreso del Estado.
Esto dependería, claro, de las candidaturas que Morena ofrezca si son o no competitivas, porque ahora serán elecciones “normales”, muy distintas a las ocurridas en 2018, cuando el tsunami López Obrador hizo ganar a perfectos desconocidos y perder a los más conocidos y mediáticos, aunque hay que reconocer que algo les va a aportar la marca, pero difícilmente habrá voto en línea como en 2018.
Y es que los candidatos que resulten de los acuerdos y las convenciones deben llevar capital propio para ser electos o reelectos, y en un contexto de incertidumbre, como el que estamos viviendo, donde hay muchas personas desesperadas por el desempleo y los contagios, podría provocar o ya está provocando una cierta volatilidad que se refleja en la intención de voto de segmentos de la población y esos cambios en los humores políticos pueden generar nuevas oportunidades si se postulan candidatos con credibilidad y arrastre.
Más, cuando los alcaldes de Morena y sus aliados han tenido un bajo desempeño y han estado permanentemente en medio del escándalo -el de esta semana, por ejemplo, fue la resolución del TEE donde se llama al Alcalde de Mazatlán a otorgar una disculpa pública a Elsa Bojórquez, la Síndico Procuradora, que ha sido motivo de violencia de género y obstrucción en sus funciones de ley, y lo mismo sucede en Ahome, donde se ha ido más lejos y se ha pedido juicio político para que el Alcalde sea relevado del cargo- esto ha provocado una división entre el morenismo y sus aliados que pronostica un final de garra que habrá de ayudar a la oposición.
En definitiva, AMLO muy probablemente no se meterá en los pleitos que se traen las tribus locales de Morena y seguramente negociará con quien tenga que hacerlo para garantizar diputados que necesita y alcanzar esa mayoría absoluta indispensable para el proyecto de la 4T.
Al tiempo.