Sigue armado el cadalso de la 4T en Sinaloa
¿Será Gerardo Vargas el siguiente, en 2023?

Alejandro Sicairos
10 noviembre 2022

alexsicairos@hotmail.com

En Ahome anda un runrún, similar al de los cuchicheos que en los casos Jesús Estrada Ferreiro y Luis Guillermo Benítez Torres transmutaron pronto a escándalos públicos, que dice que en la Fiscalía General del Estado y la 64 Legislatura local cobra forma la investigación contra el Alcalde de Ahome, Gerardo Vargas Landeros, por el contrato para la renta de 126 vehículos para uso de seguridad pública y tránsito que firmó con Grinleasing S.A.P.I. de C.V., la misma empresa que en el caso de Culiacán motivó la intervención de los tribunales debido a posibles operaciones irregulares con recursos públicos.

Cuidado con eso porque ahora los rumores se han convertido en elemento de anticipación de consecuencias jurídicas y políticas que nadie debería desestimar. Quién iba a decir que el primer año del gobierno que preside Rubén Rocha Moya en Sinaloa cerrará con dos presidentes municipales destituidos empezando todo con cuchicheos a los que la gente les concedía nula factibilidad. ¿Viene un tercer Alcalde removido del cargo?

No solo en medios de comunicación sino principalmente en organizaciones cívicas a favor de la rendición de cuentas, y órganos formales anticorrupción y de auditoría, se comienza a hablar de la figura del contrato directo a la cual acudió el Ayuntamiento de Ahome, que las instancias revisoras están tratando como adjudicación sin la debida licitación, lo cual contraviene la Ley de Adquisiciones por no existir razones de suma urgencia para saltarse los mecanismos de transparencia.

Por este trato la proveedora favorita de los alcaldes sinaloenses recibirá hasta 171 millones de pesos del erario ahomense, 4 millones de pesos al mes, sin haber explorado la Comuna otras posibilidades de obtener los mismos servicios de manera más económica y mediante el apego a la normatividad. La renta varía, según el tipo de unidad, entre 45 mil 813 y 15 mil 877 pesos cada mes. La única diferencia está en el método: Estrada lo hizo a través de una intermediaria y Vargas directamente con Grinleasing.

Pero vale analizar también la vulnerabilidad política en que se encuentra Vargas Landeros que bajo ninguna circunstancia es de los protegidos del Presidente López Obrador. Inclusive los morenistas “puros” lo excluyen como integrante de la llamada Cuarta Transformación y la relación con él desde el tercer piso de Palacio de Gobierno en Culiacán lleva adjunta la advertencia de “manéjese con la distancia adecuada”.

También importa valorar que el Alcalde de Ahome ha llevado una relación aterciopelada con Rocha Moya y con el Congreso del Estado. Obviamente que posee más colmillo político que Estrada y “El Químico”, que son víctimas de sus particulares necedades, pero la moraleja está en que si López Obrador autorizó la mano dura contra dos de sus entrañables amigos, para nada la pensará dos veces tratándose de consumar una tercera dimisión: la de Gerardo Vargas. Lo demás tiene que ver en que el Gobernador nunca metería las manos al fuego por quien se desempeñó como Secretario de Gobierno en el sexenio de Mario López Valdez.

Por supuesto que la operación política, jurídica y legislativa contra GVL no ocurrirá en 2022 porque el Gobernador Rubén Rocha se dedicará en cuanto entregue el Primer Informe al Congreso a cabildear en el Legislativo la Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos del próximo año, así como a realizar ajustes en el Gabinete con base a la evaluación anual de colaboradores. Puede ser que en 2023 se vea obligado a entregarles a los sinaloenses otros trofeos de caza para apaciguar regiones donde la gente no quiere a sus actuales gobernantes y exige que allá también llegue la taspana política.

Hasta la fecha, el reporte de los daños por la instauración del juicio político a Estrada Ferreiro y la destitución-salvamento de Benítez Torres, podría resumirse en “sin novedad”. Los culiacanenses y mazatlecos están viendo con Juan de Dios Gámez y Édgar González Zataráin las bondades de nuevos estilos de gobierno cimentados en la mesura y la cercanía con la sociedad, por más que extrañen los sketches que un día los hacían reír y al otro experimentar pena ajena por dos miembros de la 4T que pudieron ser excelentes líderes y decidieron desperdiciarse en la ruindad del poder.

El balance preliminar indica que ya nadie puede detener el estilo de cortarles de tajo a los alcaldes de Morena el desempeño de cargos de gobierno que obtuvieron mediante el voto, inclusive refrendados para un segundo período. López Obrador le ha dado vara alta a Rocha en ese sentido y, en apego a la realidad, la vía fast track tan cuestionada porque descuida la senda legal, ayuda a que las consecuencias de ediles ineptos no pasen a mayores períodos y desastres.

De allí ha de venir el ruido en Ahome que, como lo fue en Culiacán y Mazatlán, primero es el de la abeja solitaria que silenciosamente convoca a todo el enjambre. La ciudadanía ya no dispone de tiempo para perderlo en dejadeces de los políticos que presiden los Ayuntamientos y, así sea por la acción del Congreso, los aparatos de procuración e impartición de justicia, o desempolvando el método de consulta popular, tiene las maneras de deshacerse de ellos. Y pronto.

Que Gerardo no se equivoque,

Ante la confabulación del rumor,

Y le sople hasta al jocoque,

Como le sugiere el Gobernador.

Avanza en la 64 Legislatura el regreso del Gobernador en turno para que informe ante el Pleno sobre la situación en que está la administración pública estatal. La Comisión de Protocolo y Régimen Orgánico Interior aprobó ayer la reforma a la Ley Orgánica del Congreso que establece las bases de la reunión de trabajo con la persona titular del Poder Ejecutivo y quienes encabezan las dependencias y entidades de Gobierno del Estado. Está bien siempre y cuando no sea restablecido el viejo besamanos priista.