Si lo llevan al baile, más le vale ir bien acompañado

David Cristóbal Álvarez Bernal
26 mayo 2020

""

david@bufetealvarez.com


Como ya se lo comenté, desafortunadamente estamos a nada de que una crisis económica golpeé con fuerza a muchas empresas y negocios.

No me gusta ser alarmista, pero como abogado litigante desde 1983, me han tocado varias de estas crisis por lo que puedo anticipar con cierto grado de certeza que, se viene la noche.
Si usted tiene una empresa o negocio de cualquier tamaño que, por su giro será afectado en su liquidez (no todas han tenido problemas de liquidez y al contrario a algunas, les ha ido muy bien), tiene de tres sopas: (I) negociar, (II) litigar o (III) litigar para negociar.
A pesar de que soy abogado litigante, y a menos que esa posibilidad este descartada por alguna causa justificada, siempre recomiendo a mis clientes que traten de llegar a un acuerdo extrajudicial en lugar de ir a tribunales.
Dependiendo de con quién se va a negociar, a veces mis clientes han logrado excelentes acuerdos, incluso sin necesidad de que los asesoremos jurídicamente en la negociación.
Vaya, si usted ha sabido negociar buenos acuerdos durante la vida de su empresa, no tiene mucho sentido que gaste dinero (que no tiene) en pagar honorarios a un abogado para que lleve la negociación por usted.
Cuidado con el abogado o “consultor” legal que le diga que no litigue y que mejor debe negociar, seguramente quiere acompañarlo a la negociación y no será de a gratis.
Trate de negociar usted solo y, si surgen dudas legales que sienta que son importantes para mejorar sus condiciones en la negociación, ahí si, contrate a un buen abogado, pero no uno que solo maneje derecho corporativo, sino un abogado que además sea un experto en el litigio.
Tengo buenos amigos que se dedican al derecho corporativo y a la consultoría legal, pero, por muy buenos que sean y dicho sin ánimo de ofender, sencillamente no saben litigar, por lo que no pueden ver el panorama completo más allá del aspecto corporativo.
En el mundo del derecho hay que seguir el sabio consejo de que: “Si quieres paz, prepárate para la guerra”. Si quieres negociar (paz), prepárate para ir al litigio (guerra). Y eso sólo puedes hacerlo con un excelente abogado litigante.
Ahora que, si las negociaciones fracasan y te van a llevar al baile (a los tribunales), más te vale ir bien acompañado. En este escenario, el mejor acompañante, ni duda cabe, es un abogado litigante con amplia experiencia y conocimientos, pero, sobre todo, con resultados de éxito que puedas confirmar.
Litigantes hay muchos, pero litigantes exitosos, que ganen los pleitos difíciles, se cuentan con los dedos de una mano y sobran dedos. Eso sí, no son nada baratos, pero recuerda que, “si pagas cacahuates contratas monos”.
Gracias a las crisis económicas anteriores que provocaron muchos pleitos en tribunales, destacaron unos pocos abogados litigantes que sacaron bien librados a sus clientes de las demandas que presentaron sus acreedores. Investigue quienes son y, si llega a necesitar sus servicios, contrátelos. Será una de sus mejores inversiones.
Aprovechando el viaje, contra lo que algunos pueden pensar, los abogados litigantes de éxito no solo “litigan” en los tribunales.
Como también son expertos en derecho corporativo y en consultoría legal, tienen una visión más amplia y privilegiada que les permite “preparar” el terreno para que, cuando lleven a sus clientes al baile, estos no salgan despeinados. El pleito legal, el litigio pues, no empieza en los tribunales.
A veces inicia en las salas de juntas de las empresas, donde el abogado litigante representa los intereses del cliente frente a otros accionistas o acreedores.
No se confunda, el buen abogado litigante, que también domina el derecho corporativo o derecho de las empresas, revisa cuidadosamente la situación legal del cliente y lo blinda para llegar al litigio en una excelente posición, de ser necesario.
La decisión siempre debe ser suya: negociar, litigar o litigar para negociar, pero procure tomarla lo mejor informado posible. A veces, no es que usted quiera ir al baile, a veces, lo van a llevar a fuerza y entonces, más le vale tener a su lado al mejor abogado litigante disponible. Localícelo y como dijeran los gringos, “reténgalo” de inmediato. No vaya a ser que lo contrate su contrario.