SEPyC y SNTE: Por una agenda educativa centrada en los estudiantes

Ángel Leyva
17 noviembre 2021

Noviembre es, sin duda, un momento de gran relevancia para el derecho a aprender de niñas, niños y jóvenes en Sinaloa, debido al inicio de la nueva administración en la Secretaría de Educación Pública y Cultura (SEPyC), así como a la renovación de, al menos, una de las secciones sindicales en el estado (sección 27).

Épocas de cambios son también oportunidades, por lo tanto, la autoridad educativa, sindicato, así como la sociedad civil y la comunidad escolar tendrán la tarea de trabajar juntos para que en estos tiempos de pandemia la transformación educativa sea una realidad.

Los primeros 100 días de la SEPyC serán de gran importancia para construir relaciones con los docentes y sus representantes sindicales. De esta manera, más allá de intereses personales o de grupos, se requiere de una discusión pública, transparente y con base en evidencia para que, en conjunto, se construya una agenda educativa que ponga al centro a los estudiantes y les permita superar las afectaciones que han enfrentado desde el cierre de escuelas en marzo de 2020.

Esta agenda compartida debe centrar su atención en que las autoridades educativas y sindicales respeten la autonomía de gestión escolar para que directores y docentes sean capaces de tomar sus propias decisiones acorde a sus contextos específicos. Por ejemplo, que las escuelas puedan abrir presencialmente todos los días que consideren necesarios y que estas decisiones no sean impuestas jerárquicamente como ha sucedido en algunas zonas escolares.

Un punto importante será garantizar redes de apoyo oportunas y pertinentes para que ningún centro escolar se encuentre aislado y cuenten con el apoyo y acompañamiento escolar suficiente para atender sus necesidades. En este sentido, figuras como los supervisores escolares y los asesores técnico pedagógicos desempeñarán un papel imprescindible como vínculo entre la autoridad educativa y las escuelas.

Otro aspecto fundamental será impulsar la formación continua para fortalecer el liderazgo de los directores. Esto debido a que en el periodo de aprendizaje a distancia fueron la principal figura de acompañamiento docente para apoyar la estrategia en sus distintas modalidades, así como para realizar los ajustes razonables de tipo curricular.

Finalmente, será necesario un diagnóstico sobre la situación emocional y de aprendizaje que enfrentan los alumnos, las necesidades de infraestructura y equipamiento de las escuelas, así como la implementación de sistemas de información que permitan priorizar el apoyo en los contextos más vulnerables y con las mayores carencias y marginación. De esta manera, será posible regresar a la presencialidad de forma segura.

Estos elementos son sólo algunos temas que tanto la autoridad educativa estatal, los docentes y las representaciones sindicales pueden trabajar de manera conjunta y con el apoyo de la sociedad civil para impulsar una agenda común centrada en los estudiantes.

Los cambios en la SEPyC y SNTE son una oportunidad de ajustar y corregir para hacer las cosas cada vez mejor. Recordemos que más allá de un cambio normativo o administrativo, la transformación educativa será posible en la medida que se cambien prácticas. Este es un buen momento para comenzar.