Semilla de un futuro mejor

Lorenzo Q. Terán
11 junio 2019

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lqteran@yahoo.com.mx

Desde hace seis años de fundado el Centro Comunitario de Corerepe, hemos dado cuenta de su promoción de eventos culturales, artísticos y deportivos, y la función cultural tan importante que cumple en un importante enclave agrario de Sinaloa.


El ejido Corerepe, desde su fundación, el 6 de agosto de 1956, se ha distinguido por su organización, misma que le imprimió el núcleo fundador, en su mayor parte formado por obreros del ingenio azucarero de Los Mochis; entre los creadores de Corerepe había dirigentes destacados del movimiento obrero, -por citar sólo algunos- Adelaida Medina Quevedo, Francisco Michel Espinoza, Agustín Orozco Ayala, Ildefonso Torres Muñes, quienes, junto a su líder máximo, Margarito Quiñones Escamilla, dieron brillo en cuanto a organización e ideario a la aspiración de convertir al ejido en un centro agrícola de importancia nacional.


El primer paso fue constituir una Central de maquinaria, en 1960, para cultivar toda la tierra del ejido. El crédito de esta Central lo gestionó Quiñones Escamilla, por medio del Banjidal, en la Ciudad de México; dicha maquinaria la integrarían 15 tractores John Deere, dos tractores Caterpillar D-9; se incluían dos camionetas destinadas a las tareas de administración. Este plan, de gran importancia para el ejido, coincide con el nombramiento de Margarito Quiñones Escamilla como Presidente Municipal de Guasave, en la misma fecha arribaba a la Gubernatura del estado  Leopoldo Sánchez Celis, enemigo político de Quiñones Escamilla.


Se hace esta reconstrucción histórica para entender el fracaso del inicial proyecto de la Central de maquinaria del ejido, y las dificultades enormes que enfrentaron todas las demás iniciativas del líder principal y demás miembros de la primera generación de ejidatarios de Corerepe, quienes aspiraban a convertir al ejido en un emporio agrícola, que fuera ejemplo de eficiencia del ejido como productor agrícola a gran escala.

 

Los tres años que Quiñones Escamilla permaneció en la Presidencia Municipal de Guasave, para el Ejido Corerepe fueron fatales; Leopoldo Sánchez Celis, desde que llegó al Gobierno del Estado, se dedicó a torpedear todos los proyectos que se planteaban sacar a Corerepe de lo tradicional de las prácticas ejidales. El Gobernador, por medio de la Liga Agraria -presidida por Francisco Alarcón Fragoso-, desató una pérfida campaña contra Corerepe, la cual culminó con una inaudita invasión de parcelas del ejido, protegida con elemento de la Policía del Estado. Esto terminó cuando, desde la Ciudad de México, se ordenó que una partida militar sacara a los invasores. Éstos, en cuanto se enteraron que venían los soldados, salieron como zorras de las parcelas invadidas. Los enemigos políticos de Margarito sabían que le dolía más lo que se hiciera en contra de Corerepe que a él mismo.

En el ejido Corerepe, desde su fundación, han existido ideas avanzadas entre sus moradores, ha sido permanente la búsqueda del mejoramiento de esta comunidad agraria. Fiel a esa tradición, el establecimiento de este Centro Comunitario es un hito de lo que se puede hacer para difundir la cultura, semilla de un futuro mejor.
El Centro ha logrado involucrar a la juventud del poblado y pueblos circunvecinos en eventos culturales y deportivos. La encauza por el camino de la superación personal y colectiva, le siembra valores positivos y la aleja por completo del vicio y de esa subcultura que lamentablemente en la entidad se ha arraigado, y promueve en el fondo conductas antisociales.


El Centro Comunitario Corerepe rescata los valores más altos del arte, la cultura y el deporte, los que por fortuna ha sido por tradición rico nuestro estado. Hay talleres que fomentan el uso de las redes, el hábito de la lectura, el contacto con la información que ahora circula a escala global; los promotores del Centro Comunitario buscan una nueva visión de la vida y lo que se puede hacer en bien de toda la comunidad.


Este centro cultural, lo hemos enfatizado reiteradamente, surgió y se mantiene inhiesto con el apoyo generoso de Mario Soto Cota y su familia; ellos han sido los pilares de esta obra cultural. El comité del Centro Comunitario espera el apoyo de los tres niveles del gobierno, para que este proyecto cultural se consolide y multiplique sus servicios.