Seis recomendaciones para lidiar con el coronavirus
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alopez@noroeste.com
Ayer fui al Costco de Culiacán. Lo que vi fue contradictorio: había una fila larguísima pero era para la gasolinera. Afuera, había cajones de estacionamiento de sobra. Adentro, mientras se preparaban para el fin de semana largo con carne y cerveza, había una decena de personas amontonadas en el pasillo de limpieza. Noté que quedaba poco papel de baño y que los carritos llevaban grandes paquetes de agua embotellada.
No soy médico ni epidemiólogo. Y por lo tanto menos soy experto en coronavirus. Como cualquier ciudadano he estado bombardeado de información y desinformación sobre el tema en las últimas semanas. Pero dirijo un medio de comunicación, tengo entonces cierto acceso a información y una responsabilidad de informar. Por eso, sin ánimo de descubrir ninguna verdad oculta van aquí seis recomendaciones sobre el coronavirus en México.
Primero, lo obvio. Antes de tuitear, salir corriendo a comprar Lysol o ponerse en cuarentena, LEA qué es el coronavirus, cómo se contagia, cuál es su tasa de mortalidad, cómo se previene y qué hacer en caso de sospecha de ser portador. No tome decisiones ni esparza rumores sin informarse correctamente. Los últimos días mucha gente me pregunta cosas básicas del tema. Es evidente que no están leyendo nada, aún cuando hay una enorme cantidad de información que la Secretaría de Salud Federal ha puesto a disposición de la sociedad vía redes sociales. Haga la tarea, le tomará unos minutos. Yo aquí le dejo una liga por si le resulta útil: https://www.noroeste.com.mx/publicaciones/view/kit-informativo-de-emergencia-sobre-el-coronavirus-1189973
Segundo, prepárese, los mexicanos no somos la excepción. Lávese correctamente las manos, siga las recomendaciones de higiene, ponga atención a cualquier síntoma y, sin caer en pánico, decida si vale la pena salir a la calle o acudir a eventos masivos. El coronavirus es ya una pandemia (lo que significa que se ha esparcido por el mundo y lo seguirá haciendo). En México todavía estamos en la fase 1 de contagio (26 casos confirmados al 13 de marzo), pero tarde o temprano llegaremos a la fase dos y el número de casos proliferará. La pregunta es si lograremos hacer más lenta la curva de casos para evitar que la epidemia estalle como sucedió en Italia.
Tercero, dimensione el problema. Es cierto que el coronavirus es altamente contagioso (tiene un R0 o “tasa de contagio” de 1.4 a 2.5 personas), pero contraerlo no implica caer en terapia intensiva de inmediato y eventualmente morir. Muchos de los contagiados ni siquiera presentan síntomas, lo que dificulta el diagnóstico. Por otro lado, la tasa de letalidad varía en cada país, pero a nivel mundial la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó al día 13 de marzo 132,758 casos y 4,955 defunciones para una tasa de letalidad de 3.73 por ciento. Los segmentos de población más vulnerables son los septuagenarios y octogenarios, así como personas con complicaciones respiratorias. En América, hasta el 13 de marzo había 2,065 casos confirmados y 43 defunciones para una tasa de letalidad de 2.08 por ciento (OMS). En México no ha muerto nadie de coronavirus hasta ahora y en Sinaloa tuvimos un caso que ya se recuperó.
Cuarto, permanezca atento. Una de las características de las pandemias es la velocidad: se mueven muy rápido. Lo que significa que los datos de casos, contagios y defunciones cambian todos los días. Entonces manténgase informado, escuche, siga leyendo y preste atención a recomendaciones oficiales. No se quede con lo que le dijeron hace tres días. Por ejemplo: tal vez esta semana suspender clases no haya sido necesario, pero puede serlo la siguiente. No significa que le hayan mentido u ocultado información, significa que las cosas cambian. El día a día cuenta. Adáptese.
Quinto, prepárese ECONÓMICAMENTE No quiero alarmarlo, pero independientemente de la evolución de la pandemia en México, el impacto económico mundial es un hecho. Todavía no sabemos si implicará una recesión profunda o solo un crecimiento más moderado para 2020. Lo cierto es que China ya sufrió el impacto y ahora Estados Unidos empieza a pasar por lo mismo. En un mundo global no hay manera de sustraerse al hecho de que las dos economías más grandes del mundo lo pasen mal. Quiere decir que tendremos uno o dos meses difíciles en materia económica. Si la gente deja de salir a la calle, si se cancelan eventos, si China compra menos petróleo, nos afecta a todos. Sea prudente, no gaste en cosas innecesarias, no sabemos qué sigue ni cuánto va a durar. Va a doler, pero nada de eso es más importante que su salud y la de su familia.
Y si usted es empresario, prepárese todavía más. Vienen meses duros. Si de por sí la situación de estancamiento económico en México ya lo hacía difícil, esta crisis le afectará seguro. Las autoridades ya avisaron de la suspensión de clases del 20 de marzo al 20 de abril y en algún momento habrá que suspender actividades de oficina y producción. Eso significa menos demanda, menos ventas, menos cobranza. Sea previsor en la medida de sus posibilidades.
Y sexto, coopere. El coronavirus no tiene filiación política, no lo creó la 4T ni los “neoliberales”. Esto no se trata de AMLO. El gobierno tiene una responsabilidad de informar con oportunidad y veracidad, de atender la crisis con responsabilidad y prudencia y de tomar decisiones buscando siempre el mal menor en este tipo de situaciones. Póngase crítico y exigente en ese sentido: demandando información y acciones concretas, pero no caiga en la miseria de aprovechar el momento de incertidumbre social para sacar raja política para un lado o para otro. Yo espero que nuestros gobernantes y funcionarios también estén a la altura.
En suma, el coronavirus es una prueba para todos: funcionarios, gobernantes, empresarios, medios y ciudadanos. Que cada quien hagamos lo que nos toca.