Se abre Sinaloa
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Editorial
Mañana abrirá las puertas el último sector importante de la economía de Sinaloa que permanece cerrado desde que inició la pandemia de Covid-19: el turístico.
Sinaloa tiene dos grandes motores económicos: el sector primario agroalimentario, en el centro y norte del estado, y el turismo en el sur, con el epicentro en Mazatlán.
De alguna manera, la agricultura y la ganadería han permanecido operando durante la pandemia, debido a su naturaleza esencial y, con algunas excepciones, gracias a que no concentra grandes cantidades de personas.
Sin embargo, el sector turístico ha sido el más afectado por el paro provocado por el coronavirus en la economía mexicana, no hay una industria en Sinaloa que no haya resentido el virus como todos aquellos que laboran en la industria turística.
Irónicamente, el turismo era la industria con mayor crecimiento en Sinaloa en las últimas décadas, y en todos los escenarios económicos se pronosticaba que seguiría creciendo sin parar, hasta que apareció el virus en el horizonte.
El turismo nunca será el mismo después de la pandemia, aún y con la posible aparición de una vacuna que nos libere de los peligros del virus.
La economía ha sido devastada en grandes porciones del planeta y México no está exento de los efectos negativos del parón obligado.
Sin embargo, Mazatlán tiene una gran ventaja, su turismo tiene un componente regional, lo que no pueden presumir muchos de los otros destinos de playa en México.
Solo con Durango, Chihuahua, Coahuila, Jalisco y Nayarit, además del turismo sinaloense, Mazatlán se alista para echar a andar la industria sin chimeneas.
Que hay un gran riesgo de un rebrote de contagios, es cierto, pero la economía está tan resentida, que pocos se atreven a criticar una apertura esperada no solo por los empresarios del sector, sino por miles de turistas que han hecho de Mazatlán su playa favorita.