Sarcasmos

Guillermo Fárber
10 junio 2020

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En las guerras, los soldados reciben las balas y los generales las medallas.

Lamento americano

“Al mirar a Estados Unidos, vemos ciudades envueltas en humo y llamas. Escuchamos sirenas en la noche. Vemos que los estadounidenses se odian unos a otros; luchando entre sí; matándose unos a otros en sus propias casas y calles. Y mientras vemos y escuchamos estas cosas, millones de estadounidenses gritan de angustia. ¿Cómo hemos llegado a esto? ¿Vinimos todo este camino para terminar así?”. Es el lamento de un Presidente gringo en funciones y disuadido de buscar su reelección en los comicios de ese año. Los negros estaban muy enojados por el asesinato de un miembro de su raza. Pero no, no es una cita de Donald Trump en 2020, sino de Richard Nixon en 1968, hace 52 años (el Presidente que desistió de reelegirse era Lyndon Johnson). Nixon era el candidato republicano, ampliamente criticado por ser (como hoy Trump) “muy fiero, grosero e irrespetuoso con sus oponentes”, a pesar de lo cual ganó las elecciones de ese año por un brevísimo margen de medio punto porcentual al candidato emergente Hubert Humphrey, que sustituyó al seguro candidato demócrata Robert Kennedy, asesinado a balazos ese mismo año tras un mitin triunfal por un dizque loco solitario (¿te suena la cantaleta?). O sea, no nos dejemos engañar ni nos vayamos con la finta. La presente situación de espasmo racial en el campo gringo no es inédita: ya ocurrió antes, hace medio siglo, y fue peor que ahora, con 130 ciudades ardiendo, soldados en las calles para reprimir a los manifestantes, y cientos de gringos muertos o heridos. El negro asesinado no se llamaba George Floyd sino Martin Luther King, y no era un simple ciudadano de a pie sino el líder más respetado del país, que había detonado un movimiento nacional pacífico por los derechos humanos, y en cierto modo encarnaba la resistencia a esa locura llamada “guerra de Vietnam”, un conflicto desatado no para ganarlo nunca sino para gastar muchas armas y derramar mucha sangre (casi 60 mil muertos gringos más millón y medio de vietnamitas, laosianos y camboyanos) en los 20 años de 1955 a 1975.

Guerra de secesión

Y antes fue peor que ahora, mucho peor, en enfrentamientos entre “hermanos” en EU. Durante los terribles años de 1861 a 1865 de la guerra civil 620 mil soldados de ambos bandos fueron muertos en combate y por enfermedades, hambre y accidentes, más los heridos, mutilados, desplazados, más los civiles atrapados en los choques (tragedias descritas edulcoradas en la novela-filme “Lo que el viento se llevó” de 1936-1939).

Futbol

Hemos llegado al fondo del abismo en Mahatlán. ¿Se agotó la pesca del camarón y el atún? ¿El calor rompió todos los récords anteriores y llegó a los niveles pronosticados por los-las egregios-egregias Al Gore y Greta Thunberg? ¿Ganó por fin el PAN la elecciones para Gobernador? ¿El turismo tradicional nos dio la espalda y se fue todo a Los Cabos y la Riviera Maya? ¿Barrió un tsunami el puerto, tras ser azotado por un ciclón? No, es peor: ahora la ciudad es sede de un equipo de futbol de Primera División: el todavía llamado “Monarcas”, antes de Morelia. Yo recuerdo que en mi infancia el futbol soccer era en Mahatlán tan exótico como una carrera de kayaks. Ahí se jugaban solo dos deportes: el beisbol y el basquetbol. Hasta los nombres eran gringos (yo hacía el ridículo en la posición de short-stop, por ejemplo), pero por alguna razón se consideraban más autóctonos que el ulama. Bueno, con decirte que era menos extraño el futbol americano del norte que el soccer del centro. Recuerdo que conocí un balón de soccer en la secundaria de 1961 porque el Iris y su hermano menor, llegados de Guadalajara, solían “chutar” en la calle Mariano Escobedo, entre carro y carro.

Oooooommmmmm

Recuerda meditar cuanto puedas, cuando puedas. Excelente introducción a la meditación, y cómo entrar en paz y relajación: http://www.todo-mail.com/content.aspx?emailid=2581