Sarcasmos

Guillermo Fárber
16 julio 2020

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gfarber1948@gmail.com
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Hagas lo que hagas, siempre ofrece el 100 por ciento, a menos que vayas a donar sangre.

 

Preguntita

El World Economic Forum, que se reúne cada año en Davos, anuncia su 51ª. cumbre de enero de 2021 titulada “The Great Reset”. Son claros y contundentes: los selectos van con todo y por todo (¿podrán vs Trump y sus “patriotas y sombreros blancos”? No te pierdas el siguiente capítulo de esta emocionante serie). Su boletín oficial cita declaraciones de sus cuatro principales figuras visibles globales: el cacagrande del propio WEF, la directora del FMI, el jefe de la ONU… y el Príncipe Carlos de Inglaterra (al que le llevo unos pocos días de edad). ¿Pero no era la Reina Isabel, su mamá, la jefa? ¿On tá la reina, que entra al quite su hijo siempre ninguneado? ¿Está Isabel II incapacitada, es disidente?

 

Oportunistas

O sea, el apellido no necesariamente es el apellido. Hasta las dinastías “reales” se llaman no como se llaman, sino como convenga al momento. Son las circunstancias políticas, no la sangre, lo definitorio (y si le añadimos al coctel la intervención, como en TODAS las familias, de ene cromosomas extraños en un árbol genealógico plagado de espermatozoides y óvulos extraños y ajenos, admitidos y subrepticios). Un ejemplo es la Casa Real inglesa. ¿El nombre real del Príncipe Carlos es Charles Philip Arthur George Mountbatten-Windsor? Bueno, sí pero no.

 

Familia Mountbatten-Windsor

Wikipedia: “El apellido Windsor que lleva actualmente la Casa Real británica es relativamente reciente dentro de esta dinastía con la familia inglesa que se decantó por un nombre ‘inglés’ para eliminar cualquier vínculo con Alemania, país enemigo en la Primera Guerra Mundial (1914-1918). El nombre oficial, Sajonia Coburgo Gotha, llegó a convertirse en un verdadero problema durante ese conflicto al generar malestar entre la población por su fuerte asociación con lo alemán”.

 

Historia

“Dicho apellido, que llegó a esta monarquía a través del matrimonio, en febrero de 1840, de Alberto, hijo a su vez del Duque Ernesto I de Sajonia-Coburgo Gotha, sonaba demasiado germánico. Un ataque aéreo contra Londres llevado a cabo por los alemanes el 13 de junio de 1917 con 14 aeroplanos llamados ‘Gotha’, en el que murieron 162 personas y que dejó 432 heridos, no hizo sino poner de relieve la urgente necesidad de un cambio. Eludir cualquier connotación con el enemigo pasó a ser una tarea primordial durante el reinado del Rey Jorge V (1910-1936), que junto a su familia y consejeros sopesaron alternativas más al gusto del pueblo británico”.

 

Una selección a dedo

“Tras barajar opciones como York, Lancaster, Plantagenet, Tudor-Stuart o Fitzroy, fue el secretario privado del monarca, Arthur John Bigge, el primer barón Stamfordham, a propuesta del Primer Ministro Lloyd George, quien dio con la solución. Windsor, al igual que el famoso castillo homónimo, cerca de Londres, constituía todo un símbolo para Inglaterra, además de ser un nombre 100 por ciento inglés y fuertemente ligado a la realeza. Hasta el día de hoy, la familia real británica responde a este apellido, que heredó Isabel II. Al contraer la actual soberana matrimonio con el Príncipe Felipe de Grecia, perteneciente por vía materna a la familia de los Mountbatten, la Reina dispuso que sus descendientes se apellidaran Mountbatten-Windsor. El abuelo materno de Felipe de Edimburgo, príncipe alemán llamado Louis Alexander de Battenberg (1854-1921), que contrajo matrimonio con una nieta de la Reina Victoria, Victoria de Hesse-Darmstadt, tradujo su apellido, alemán, al equivalente inglés de Mountbatten (berg y mount es montaña, monte en alemán e inglés respectivamente). En abril de 1952 Isabel II dispuso que tanto ella como sus hijos serían conocidos como la Casa y Familia Windsor, apellido que heredarían sus descendientes y respectivos hijos. Un decreto de 1960 precisa, sin embargo, que mientras que la Soberana y sus cuatro hijos (Carlos, Ana, Andrés y Eduardo) serían conocidos como Windsor, otros familiares que no fuesen príncipes o altezas reales llevarían el apellido Mountbatten-Windsor”.