Sarcasmos
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Si al primer intento no tienes éxito, entonces el paracaidismo no es para ti.
Un especulador
Un paisano: “A mí me tocó la devaluación de López Portillo en la Ciudad de México. Era posible entonces y había depositado 10 mil dólares en una cuenta de ahorros en Bancomer y otros tantos en una empresarial en Nafinsa. Cuando quise retirar al siguiente día me dijeron que sólo podía retirar en pesos pero a la tarifa anterior. O sea al 50/ por ciento de su valor en efectivo.
“Ya había pasado por una devaluación con Echeverría. En esa ocasión me fue de maravilla. Había comprado una lancha deportiva con un préstamo bancario de 10 mil dólares en su equivalente en pesos. De acuerdo con la ley vigente, yo estaba obligado a pagarla en pesos. El banco perdió más de 5 mil dólares. Con la devaluación de López Portillo me ayudó la memoria. El depósito de 10 mil dólares que tenía en Bancomer lo retiré de inmediato y salí en búsqueda de un coche usado, porque en las distribuidoras ya estaban pidiendo dólares. Me encontré un chilango despistado y le compré su combi del año en el equivalente a 10 mil dólares a precio anterior”.
Otro
Otro amigo: “Yo tenía 19 años cuando López Portillo devaluó el peso e hizo el control de cambios. Fue ahí cuando hice mi primer negocio. Le pedí prestado dinero a mi papá, me fui al aeropuerto y compré un boleto de avión a San Antonio, entré en las salas del aeropuerto y compré en la casa de cambio los 2 mil dólares que me estaban permitidos. Pagué 140 mil devaluadísimos pesos. Salí, cancelé mi vuelo, me fui a mi casa y se los vendí a un amigo de mi papá que necesitaba dólares para mantener su negocio a flote en $110 ($220 mil), lo cual era una ganga porque en el mercado negro el dólar ya costaba 150 pesos.
“En las diez veces que repetí la operación me gané 80 mil pesos cada vez (mil dólares a precio aeropuerto) sin arriesgar nada. Mis costos eran mil 500 pesos de mordida a la empleada del mostrador de Aeroméxico que cancelaba el boleto y me devolvía mi dinero. Aeroméxico era empresa de gobierno y por lo tanto un nido de corrupción. Dejé de hacerlo cuando me comencé a topar con la misma gente día tras día, o sea, no fui el único con esa idea. Había tan poca gente viajando que se daba uno cuenta de que las colas en las casas de cambio no eran de viajeros sino de especuladores como yo.
“En 10 días había yo acumulado como 750 mil pesos (después de descontar mordidas a las de la casa de cambio y a la de Aeroméxico) y durante cinco días seguí haciendo mi arbitraje hasta que cambié todos mis pesos a dólares. Le pagué a mi papá y dos meses después, los 8 mil dólares se habían convertido en 1 millón 200 mil pesos. En otras palabras, a mí esas distorsiones del mercado introducidas por las pendejadas de las autoridades me convirtieron en un ‘arbitrager’ y me gané mis primeros $8 mil dólares, que entonces (1982) y para un chavo de 19 años eran mucho, mucho dinero”.
Oooooommmmmm
Recuerda meditar cuanto puedas, cuando puedas. Me dice un queridolector: “Gracias por recomendarnos el libro Biografía del Silencio, del sacerdote Pablo D’Ors. Lo compré pensando que era un manual de meditación. Pero resultó todo un manual de cómo vivir. Es una joya. Por otra parte, con más de 30 años de meditar, me ha ayudado a darle un nuevo sentido a mi meditación”. Aquí puedes leer gratis las primeras páginas: http://www.siruela.com/archivos/fragmentos/BiografiaSilencio.pdf
Encontré esta música para meditar. Está afinada a los 432 hertz naturales, en vez de los 440 que artificialmente nos impusieron hace algunas décadas. https://www.youtube.com/watch?v=Bf1S1M7WPHE