Sarcasmos
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Tú que estudiaste enfermería, ponle otro piquetito al ponche.
Bastaron 6 días
Algo invisible llegó y colocó todo en su lugar. De repente la gasolina bajó, la contaminación bajó, las personas pasaron a tener más tiempo (tanto tiempo que no saben qué hacer con él), los papás están con los hijos en familia, el trabajo dejó de ser prioridad. Los viajes y la vida social también. De repente, silenciosamente, vemos dentro de nosotros mismos y entendemos el valor de las palabras solidaridad, amor, fuerza y fe.
En un instante nos dimos cuenta de que estamos todos en el mismo barco, ricos y pobres, de que los estantes del supermercado están vacíos y los hospitales llenos y de que el dinero y los seguros médicos ya no tienen importancia, porque los hospitales privados son los primeros en cerrar. En las cocheras están parados igualmente carros nuevos y carros viejos, simplemente porque nadie puede salir.
Bastaron 6 días para que el universo estableciera la igualdad social que se decía ser imposible.
El miedo invadió a todos.
Que por lo menos esto sirva para darnos cuenta de la vulnerabilidad del ser humano. ¡Qué sabia es la naturaleza que, al ver lo que fuimos haciendo de ella, decidió por propia mano limpiar el desorden hecho por nosotros mismos!
No se olviden.
(Autor desconocido)
Dos medicamentos cruciales
Trump dijo que la hidroxicloroquina y la azitromicina “podrían cambiar radicalmente” la lucha contra el coronavirus. Uno de los principales expertos médicos de EU, el doctor Mehmet Oz, se hizo eco. Es por eso que los hospitales de EU ahora están almacenando estos medicamentos… aunque ciertamente no carecen de limitaciones y riesgos.
Una renovada mentalidad
Esta pandemia de coronavirus ‘cambiará el mundo de forma permanente’. Se le preguntó a 34 de los pensadores más importantes de los Estados Unidos qué vendrá después. Esto fue lo que dijeron (el péndulo viene de regreso al hipercolectivismo, supongo).
Un nuevo tipo de patriotismo: el amor a la comunidad será uno de los beneficios que saldrán de este horrible desastre.
Una disminución en la polarización: dados nuestros niveles actuales de tensión; ahora es momento de promover patrones más constructivos en nuestra cultura y discurso político.
Menos individualismo: la pandemia de coronavirus marca el final de nuestro romance con la sociedad de mercado y el hiperindividualismo; podremos ver mejor cómo están vinculados nuestros destinos; nos obligará a reconsiderar a quienes somos y lo que valoramos, y, a la larga, podría ayudarnos a redescubrir la mejor versión de nosotros mismos. Nuevas formas de reforma: las personas están encontrando nuevas formas de conectarse y apoyarse mutuamente en la adversidad; y lo harán volverse conscientes de la interdependencia comunitaria.
Un nuevo federalismo cívico: así como el trauma de luchar en la Segunda Guerra Mundial sentó las bases para un gobierno estadounidense más fuerte y una solidaridad nacional, la crisis del coronavirus podría sembrar las semillas de un nuevo federalismo cívico, en el que los estados y las localidades se convierten centros de justicia, solidaridad y resolución democrática de problemas con visión de futuro.
La respuesta de Estados Unidos a la pandemia de coronavirus ha revelado una verdad simple: muchas políticas que nuestros funcionarios nos han dicho durante mucho tiempo que son imposibles y/o poco prácticas, han demostrado ser posibles y prácticas.
Cadenas de suministro interno más fuertes: en tiempos tan recientes como 2018, la administración Trump fue criticada por imponer aranceles al acero importado a nivel mundial por razones de seguridad nacional, cuando el presidente tuiteó ‘¡SI NO TIENES ACERO, NO TIENES UN PAÍS!’.
Un triple reto
La pandemia enfrenta a la humanidad con muchos tres desafíos en buena medida contradictorios:
1. Salvar vidas (sobre todo vía confinamientos).
2. Cuidar la economía (lo que se opone a los confinamientos).
3. Mantener funcionando los hospitales, médicos y enfermeras (recursos muy escasos).