Retroalimentación efectiva en la empresa
02 septiembre 2018
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Cuando oímos la palabra retroalimentación, es posible que podamos sentir cierto nerviosismo para ponerla en práctica, sin embargo, esta herramienta puede ser una excelente aliada en nuestro desempeño laboral y el de nuestros colaboradores si sabemos cómo utilizarla. El saber compartir con una persona o con un grupo de personas sugerencias, preocupaciones, consejos y observaciones identificadas sobre el comportamiento y desempeño puede marcar gran diferencia en los resultados, además de que nos va a ayudar a conseguir mejorar de manera individual reforzando lo que estamos haciendo bien y superando los obstáculos personales. Por otro lado hay que tener presente que formamos parte de un equipo de trabajo y somos pieza fundamental en las organizaciones por lo tanto nuestra conducta y acciones tienen consecuencia directa en el logro de los objetivos.
Al momento de realizar esta práctica se da una comunicación clara y abierta en dos direcciones; el dador y el receptor. Para que la retroalimentación rinda frutos no debemos olvidar que lo más importante es que el dador debe hacerla con intención de ayudar (no de castigar). Algo que ayuda mucho es hacer los comentarios en forma de sugerencia o pregunta. En el caso de la persona que la recibe debe tener una actitud de apertura y ganas de conocer cómo su conducta afecta a los demás. La humildad en este sentido es de suma importancia y juega un papel clave para recibir lo que nos están diciendo con buena voluntad y haciendo un esfuerzo por no tomar una postura defensiva y con prejuicios, sino aprovechando al máximo el tiempo de escucha de manera tranquila e inteligente, buscando recibir todos los comentarios positivamente. Hay que recordar que al hablar de humildad estamos hablando de verdad, y en la medida en que practicamos esta virtud crece en nosotros una visión más correcta de la realidad.
Retroalimentar debería ser un proceso frecuente en las empresas, para lo cual debemos buscar el momento oportuno en el que lo ideal es que se realice cara a cara en un ambiente de sinceridad y confianza, teniendo muy claro que no se juzga a la persona ni se emiten juicios, sino que se describen acciones y comportamientos que la persona podría modificar si quisiera.
Entre los beneficios más importantes de realizar retroalimentación podemos encontrarnos con una mejora en el rendimiento y la productividad de los colaboradores, con una comunicación efectiva donde se intercambian ideas, opiniones, posturas y puntos de vista para establecer expectativas, acuerdos y compromisos para realizar nuestras actividades. Otro beneficio es que aumenta el autoconocimiento lo cual nos permite establecer nuestro propio plan de metas y objetivos personales. Y por último; un ambiente laboral sano donde las relaciones con los demás se llevarán a cabo de una manera más cercana, sincera y fluida lo cual contribuirá a trabajar por los mismos objetivos y obtener una visión global de la empresa.
Gerente de Vinculación de Proyectos
ICAMI, Centro de Formación y Perfeccionamiento Directivo