Retrato
de familia

Rodolfo Díaz Fonseca
12 mayo 2022

Con Los recuerdos del porvenir, Elena Garro publicó su primera novela, la cual obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia en 1963. Pero, podríamos preguntarnos, ¿tendrá recuerdos el porvenir?, a lo cual responderíamos que sí, como nosotros tenemos memoria del pasado. Otra cuestión sería el porvenir o trascendencia que daremos a esos recuerdos.

Ayer, en el Centro Centenario Sinaloa de las Artes, la escritora y poeta Rosy Paláu presentó su libro Recuerdos que ya no existen, donde habla de un pasado que se fue, pero que subsiste, emerge y recobra vida en los recuerdos.

En efecto, a través de 11 plásticos relatos, la autora revela un nostálgico pasado del Culiacán que se ha ido, y desvela las tórridas emociones que deambulan por los más íntimos vericuetos de su corazón.

No se debe olvidar que el verbo recordar proviene del latín y significa volver a pasar por el corazón (re-cordis). Por tanto, los recuerdos no son una materia virginal o impoluta, sino que están teñidos en la tintorería del corazón. Por eso, Rosy expresó: “yo los viví, los escuché, los percibí; los personajes cobran vida y yo soy esos personajes que yo viví”.

Una canción de los años 60 se tituló: Los recuerdos están hechos de esto, y decía en una de sus estrofas: “No olvides un pequeño rayito de luna, envuélvelo ligeramente en un sueño. Tus labios y los míos para sorber el vino, los recuerdos están hechos de esto”.

Además del rico y espléndido contenido del libro, lo que más me deslumbró fue el retrato de familia que rubricó el evento: Rosy, la autora del libro; Marisol, su hija, como una de las comentadoras; y, su esposo, Miguel Ángel Ojeda, contribuyó con la pintura de la portada, de ese Culiacán que se fue.

¿Revivo mis recuerdos?