Retos y dificultades de una nueva asociación civil sin fines de lucro

Daniel Tapia Sánchez
15 julio 2024

Es muy común ver a un grupo de personas con el interés de abrir una asociación civil sin fines de lucro, hay diversas razones detrás de ello, normalmente están motivadas por el deseo de generar un impacto positivo en la sociedad y contribuir al bienestar de las comunidades.

Sin embargo, este deseo e interés genuino por hacer un cambio en la sociedad se ve truncado por la dificultad, en ocasiones burocrática de constituir una organización no lucrativa.

Requiere inicialmente de la definición del objeto social, es decir, la actividad principal que desarrollará la OSC, en función de la o las problemáticas que requiera intervenir. Además de definir la figura jurídica, la cual dependerá de entre otros factores, del número de miembros, su naturaleza y finalidad de la organización, dentro de las opciones más socorridas está la de ser una Asociación Civil (A.C.) o una Institución de Asistencia Privada (IAP).

Además, se requieren diversos temas como definir nombre, representante legal, incluir diversas cláusulas sobre causas y liquidación, también se recomienda solicitar la Clave Única de Inscripción (CLUNI) que es un instrumento indispensable para que las organizaciones de la sociedad civil puedan acceder a los apoyos y estímulos del Gobierno Federal. Adicional, presentarse al Servicio de Administración Tributaria (SAT) para solicitar la cédula de Inscripción al Registro Federal de Contribuyentes (RFC).

Parte del proceso para crear la organización no lucrativa está la de acudir ante notario público y elaborar una escritura pública misma que debe ser inscrita en el Registro Público de la Propiedad y Comercio.

Una de las herramientas más importantes para las asociaciones no lucrativas es la de poder recibir donativos económicos, ya que de ello dependerá en gran medida el funcionamiento de la misma y su sostenibilidad. Sin embargo, para poder recibir donativos en efectivo es necesario que la organización cuente con la autorización del SAT y pueda con ello emitir recibos o facturas por concepto de estos donativos.

A esta facultad o autorización de poder emitir una factura que puede ser utilizada como deducible de impuestos, se le conoce como donataria autorizada y es considerado un incentivo que otorga el SAT para el desarrollo de actividades que vayan en fomento de proyectos de desarrollo social.

La donataria autorizada es un reconocimiento otorgado por dicha autoridad a organizaciones sin fines de lucro que persiguen objetivos altruistas y no buscan la generación de una utilidad. Además de poder entregar recibos deducibles de impuestos, tener la donataria autorizada tiene algunos beneficios como no estar sujetas al pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR).

Adicional el tema legal y formal, crear una organización no lucrativa requiere de un gran compromiso por parte de los fundadores y equipo directivo, una estructura organizacional e idealmente la implementación del gobierno corporativo. Además de diversos proyectos, eventos y estrategias que fondeo de la mismas organización.

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