Rescatando al ineficaz Billy Chapman
28 febrero 2019
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QOC enseña a flotar, pero no a nadar
Está exagerando Quirino Ordaz Coppel en eso de que el ejercicio de la función pública es ajeno a colores o partidos porque al ir al rescate del Alcalde de Ahome, Manuel Guillermo Chapman Moreno, incurre en el salvamento también de un modo arbitrario y cerril de conducir a la institución municipal. No todos los fuegos ameritan que acuda el Gobernador a apagarlos, ni cualquier infiernito es para derrochar la escasa agua de la colaboración entre poderes.
La verdad es que Billy Chapman ha encendido más hogueras de las que puede apagar con amenazas hasta de muerte a sus colaboradores, la conversión de preventiva a represiva de la Policía Municipal, el hecho de utilizar las áreas del Ayuntamiento como madrigueras de cuates, así como el deterioro de los servicios públicos y el desdén hacia la autoridad que representa Andrés Manuel López Obrador.
Pero proviene de aguas negras la gota que derramó el vaso de la gobernabilidad en Ahome y a Chapman le cayó como cocacola fría en el desierto que fuera Quirino Ordaz y le llevara 120 millones de pesos para las obras de los drenajes pluvial y sanitario cuyos azolves estaba por ahogar al Alcalde en su laberíntico esquema mental aplicado a la política.
Este recurso del Gobierno Estatal le permitirá flotar en la brava mar de inconformidad que lo arrastra a la solitaria isla de la destitución. Se trata de una balsa arrojada a quien está a punto de convertirse en el primer náufrago de la Cuarta Transformación en Sinaloa, abandonado por el Movimiento Regeneración Nacional, la sociedad y por López Obrador.
No por mucho tiempo podrá nadar de muertito. Con todo y que el Presidente de México afirme que perdona pero no olvida, en Palacio Nacional el expediente Chapman crece en cuanto a situaciones que no acepta el estilo AMLO, mientras la bancada de Morena en el Congreso ya lo trae entre ceja y ceja y los mochitecos ya se cansaron de que los traten como zombis que siguen a un pastor trastornado.
En lo que corresponde a Quirino Ordaz no es extraño que acuda al auxilio de los ediles de Morena, quizá porque es sincero en la convicción de gobernar para todos sin distingos, o porque sabe que en Culiacán, Mazatlán y esta vez en Ahome existe plena conciencia de la operación quirinista para aminorar los efectos de la novatez y los espejismos de sus alcaldes. La otra es que los entrena solo para flotar sin enseñarles a nadar.
La química con “El Químico” en Mazatlán y la paciencia con Estrada Ferreiro en Culiacán ya son partes del anecdotario fraternal entre un Gobernador del PRI y los alcaldes de Morena, casi a ras del PriMor. Pero ¿por qué aplicar el mismo modelo salvaediles a Billy Chapman? Existe un elemento de identidad militante: el Presidente Municipal de Ahome es más priista que cualquiera que presuma que por sus venas corre sangre tricolor.
Puede tratarse de un salvamento por fraternidad ideológica, esa especie de segunda oportunidad que se fue al corral ajeno creyendo que allá la vida sería mejor. No se descarte que Chapman le haya pedido al dirigente estatal del PRI, Jesús Valdés, que este partido le diera el apoyo que Morena le ha escatimado.
Lo real es que a estas alturas Quirino Ordaz ha rescatado a más alcaldes de Morena que los salvavidas de Mazatlán a bañistas. A cada crisis política, financiera o social que enfrenten ahí va el Gobernador a ponerlos a salvo de ciudadanos que, si fuera posible utilizar la figura de revocación del mando, hoy mismo los sacarían de las oficinas públicas que ocupan.
La leyenda de alcaldes eficientes, modestos y surgidos del pueblo procede a agotarse. Tal vez mientras el Gobernador esté dispuesto a arrojarles una tabla de salvación sigan nadando de muertito esperando flotar en tanto acaban sus períodos de gobierno. Pero Quirino, el rescatista, no todo el tiempo querrá salvarlos.
Reverso
Dirá El Billy que en su camino,
Se le cruzó un alma buena,
Que si no fuera por Quirino,
Ya estaría fuera de Morena.
Comparsa peligrosa
El pueblo bueno creyó que entrar todos juntos a los eventos estelares del Carnaval de Mazatlán es un derecho democrático más. “El Químico” Benítez regaló los pases de acceso y muchos de estos cayeron en manos de especuladores, mientras la ciudadanía quiere entrar, con boleto o sin él, a ser parte de este ejercicio de equidad lúdica. Cuidado Alcalde, haga todo lo posible para evitar accidentes que manchen la imagen de la gran fiesta mazatleca.