Relaciones internacionales a punto de explotar

Rafael Morgan
13 mayo 2023

cp_rafaelmorgan@hotmail.com

Un factor que ha estado haciendo crisis es el de las delicadas relaciones internacionales, principalmente con el país con el que compartimos más de 3 mil kilómetros de fronteras; con el que se tiene firmado un tratado comercial para intercambiar bienes y servicios por miles de millones de dólares, y con el que hemos llegado a convertirnos en el socio comercial número uno; país que alberga casi 9 millones de mexicanos; un país con el que debiéramos estar en mucho mejores términos que los que se tienen actualmente.

Los problemas son múltiples y se han agravado: está latente el problema de la inseguridad, el narcotráfico y la introducción de armas a México; cada día es mayor el asunto de la migración que a través del territorio nacional llega hasta la frontera norte, procedente de Centro y Sudamérica y del Caribe.

Este gobierno no ha querido o no ha sabido mantener relaciones internacionales buscando soluciones diplomáticas y cuidando las diferencias que naturalmente surgen ante la gran variedad de conexiones que se comparten. Así, no se llevan bien las relaciones comerciales que provienen del TMEC, principalmente en lo referente a las empresas de energías limpias; en el cumplimiento de las importaciones de otros países, básicamente de China, importaciones que luego se exportan a Estados Unidos como componentes de autos y camiones, así como en lo referente a los salarios de los obreros mexicanos, mucho más bajos que los del país al que se exporta.

Se antoja inconcebible que el Gobierno Mexicano “le pique la cresta” a Estados Unidos defendiendo a Rusia y otorgando reconocimientos y galardones al Presidente de Cuba, al de Venezuela y en su tiempo al de Perú, gobiernos con características de dictaduras, que han llevado a sus habitantes a la miseria, la pobreza y a la falta de libertades ciudadanas.

Ya el ex Presidente Trump obligó a México a convertirse en lo que se llama “país seguro”, en cuanto a retener a los migrantes que pretenden cruzar a través de nuestra frontera norte y además a recibir a los que el país del norte expulse de su territorio hacia el nuestro al dar por terminado el llamado Título 42, a pesar de que la obligación de ese país es repatriarlos a su país de origen. Los migrantes extranjeros que no puedan cruzar, más los que Estados Unidos expulse y los que vengan para quedarse en México “con una visa temporal”, todos se quedan aquí y estamos obligados a darles alimento, medicamentos, agua, habitación y transporte a su país, además de cuidarlos y rescatarlos de las bandas de narcotraficantes.

Ahora el Gobierno mexicano pretende amenazar a Norteamérica con “abrir la frontera”, provocando un conflicto que debiera solucionarse a través de la diplomacia. Ahora México está en dificultades con Estados Unidos por su política de “abrazos no balazos” que permitió el crecimiento de los cárteles mexicanos de las drogas, el desarrollo de múltiples laboratorios de cocaína, fentanilo y otras sustancias sintéticas que se han estado enviando a las ciudades de Estados Unidos y provocando aquí miles de asesinatos, feminicidios, desapariciones, fosas clandestinas y muertos sin identificar.

Que el asunto se ha puesto más grave, nada más véase el Informe Anual sobre Derechos Humanos del Departamento de Estado de Estados Unidos en el que, al referirse a México, advirtió “preocupaciones en torno a ejecuciones extrajudiciales, desaparición forzada, tortura, restricciones a la libertad de expresión y a los medios de comunicación e insuficiente investigación de casos de violencia de género”.

El informe provocó una furiosa respuesta del Presidente López Obrador tildando al informe de mentiroso, “pura politiquería, no quieren abandonar la Doctrina Monroe... Se creen el gobierno del mundo”. Acusó también a la administración del Presidente Biden de “estar atrás del sabotaje al gasoducto NordStream y que se pretende descalificar al Presidente Trump para las elecciones de 2024”.

Estados Unidos ya desmintió lo expuesto por AMLO y el Departamento de Estado respondió que “el Gobierno estadounidense no esconde los problemas debajo de la alfombra”. El propio Secretario de Estado Antony Blinken expuso que los carteles controlan partes del territorio mexicano, a lo que respondió AMLO criticando a quienes pretenden “desde suelo estadounidense meterse en la vida pública de otros países”; el Canciller Marcelo Ebrard por su parte, dijo que “exigirá explicaciones a Bliken”.

Como se ve, “la cosa está que arde” y en cualquier momento puede explotar.