Regreso al aula: faltan los acuerdos. Consensos, la clave para normalizar
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Más allá de la buena intención del Gobierno federal para que el sistema educativo nacional retome las aulas en enero, dependiendo de qué estados estén en semáforo epidemiológico verde o amarillo, corresponde a las autoridades locales y ciudadanos que se haga efectivo en Sinaloa el regreso presencial a la escuela, siempre y cuando exista la certeza de que los alumnos encuentren las mejores condiciones sanitarias posible. Con esto, vale mucho recordarlo, no se puede jugar.
El simple anuncio no es suficiente porque antes se requiere establecer acuerdos en la comunidad educativa y, principalmente, en materia de salud pública y con los sindicatos de maestros. Está en el aire la pregunta de si los docentes, padres de familia y autoridades sanitarias logran los consensos con miras a que Sinaloa regularice el trabajo en las aulas una vez que tenga las condiciones establecidas.
Por ejemplo, el Consejo Nacional de Salud debe regresarles a los Consejos Estatales de Salud la soberanía para determinar cómo hacerlo con base a cada realidad local. ¿Qué pasaría si la mayoría de los municipios están en verde y por el hecho de tener otros con altas tasas de infectados se declare a todo el territorio sinaloense en naranja o rojo? Otro punto a afinar es si la reincorporación será gradual o generalizada.
La decisión de la SEP dejó a medias a ciudadanos que se preguntan tantas cosas. En noviembre en Sinaloa se intentó implementar el regreso a las aulas en municipios con semáforo endémico verde y la resistencia del SNTE truncó esa medida, mientras en algunos campos de los valles agrícolas libres del SARS-CoV-2 se realizan clases presenciales a petición de los padres de familia, alumnos y maestros. ¿Entonces dónde sí y dónde no? ¿O cuándo sí y cuándo no?
Todo eso falta por resolver tomando en cuenta que Sinaloa ya ha transitado por períodos de baja intensidad de contagios con la luz ámbar en cuestión de estadística de la pandemia de coronavirus. Sin embargo en el invierno por iniciar la población y las instituciones educativas estarán en la prueba que determinará si aquí los procesos de enseñanza y aprendizaje continúan desde casa o vuelven a la normalidad.
Claro que el examen principal deberá acreditarlo el gobierno de Quirino Ordaz Coppel al implementar las acciones necesarias para detener la ola de contagios de la Covid-19 mediante disposiciones que por lo pronto se ven acertadas como son la cancelación del carnaval de Mazatlán y evitar aglomeraciones en el culto a la Virgen de Guadalupe. Enseguida tendrá el reto mayor de mantener a las familias en sus casas durante las festividades de Navidad y Año Nuevo sin grandes reuniones que son el medio ideal de transmisión del virus.
Otro factor que será crucial (de vida o muerte si se quiere seguir diciendo así) será la disposición de la vacuna para la población sinaloense, dándole prioridad aquí a los maestros y alumnos con el fin de crear entornos educativos seguros. Es decir, después de aplicar el suero inmunizante al personal médico deberá avanzarse en la población escolar y de la tercera edad. La logística debe irse preparando y ayer el Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Juan Eulogio Guerra, dijo que la institución está lista para colaborar en la vacunación.
Para tal efecto se planea actuar en dos vías simultáneas. La disponibilidad de la vacuna que haga posible la federación en Sinaloa y la adquisición de ésta en forma directa por el Gobierno de Sinaloa, si es que Salud federal lo permite, con el fondo que Quirino Ordaz estableció con los 50 millones de pesos que dejó la venta de la casa que antes habitaban los gobernadores. De esa manera sería posible ir más rápido en la vacunación y darles cobertura universal a los integrantes del sistema educativo estatal.
A partir del anuncio que hizo el Secretario de Educación Pública federal, Esteban Moctezuma Barragán, al reunirse con los titulares del área de los estados, Juan Alfonso Mejía instruyó a toda la estructura de la SEPyC a preparar el eventual retorno a las aulas pero con máxima dedicación a blindar los planteles con medidas preventivas adecuadas y obligatorias. Confianza y certeza serán las bases de las decisiones a tomar, considera.
La clave de que resulte viable y exitoso el regreso a las escuelas es la conformidad de los actores y sectores participantes. Es probable que en enero Sinaloa esté en amarillo o verde, dependiendo de la conciencia cívica y la operatividad gubernamental, pero lo anunciado por Moctezuma Barragán se concretará o no condicionado al acompañamiento voluntario de todos los elementos de los sistemas de salud y educativo.
Reverso
Que no haya desaliños,
Cuando al reabrir las escuelas,
Todos seamos los centinelas,
De la salud de los niños.
El virus de opacidad
El Monitor Covid, que integran las organizaciones civiles Observatorio Ciudadano de Mazatlán, Iniciativa Sinaloa, Coparmex, el Consejo Consultivo de la Comisión Estatal de Acceso a la Información y el Consejo Ciudadano de Vigilancia y Transparencia de Ahome, y que es coordinado con Tojil y Transparencia Mexicana, dio ayer conocer que los municipios de Badiraguato, Cosalá, Culiacán, Choix, El Fuerte y San Ignacio se resisten a transparentar y publicar las compras hechas para enfrentar la pandemia de coronavirus. Y como ejemplo de apertura de esta información destaca Salvador Alvarado. Esconder la realidad es un viejo virus en Sinaloa para el cual todavía no existe vacuna.