¿Quién es el responsable?
Cuando existen problemas en un conglomerado social es fácil buscar culpables, pero muy difícil aceptar la responsabilidad grupal que se apropia indebida e irresponsablemente del lema “dejar hacer, dejar pasar” (originalmente surgido en contra del intervencionismo del gobierno en la economía) hasta que el problema toca fondo y se vuelve una carga insoportable.
Lope de Vega inmortalizó un relato acaecido en 1476, en una aldea andaluza llamada Fuente Ovejuna, donde los habitantes se rebelaron contra el comendador y le dieron muerte. Cuando llegó al pueblo el representante de la ley para iniciar las pesquisas, lo único que logró recabar de información acerca del crimen fue lo siguiente: “Fuente Ovejuna lo hizo”.
Hoy, que sufrimos en Sinaloa la violencia generada por el enfrentamiento de grupos delincuenciales, también debemos preguntarnos ¿quién es el responsable? Es justo que exijamos a nuestras autoridades que restablezcan el orden, porque ellas fueron elegidas para que cumplan, entre otros menesteres, con ese cometido.
Sin embargo, no conviene que diluyamos el peso de la responsabilidad que recae sobre toda la comunidad, porque todos, ya sea por aquiescencia, conveniencia comercial o simple indiferencia, nos hemos acostumbrado a convivir con estos grupos que operan al margen de la ley.
Conviene recordar el pensamiento del pastor luterano, Martin Niemöller (destacadas en una pared del Museo Conmemorativo del Holocausto en Estados Unidos), y que erróneamente han sido atribuidas en muchas ocasiones a Bertol Brecht:
“Primero vinieron por los socialistas, y guardé silencio porque no era socialista. Luego vinieron por los sindicalistas, y no hablé porque no era sindicalista. Luego vinieron por los judíos, y no dije nada porque no era judío. Luego vinieron por mí, y para entonces ya no quedaba nadie que hablara en mi nombre”.
¿Asumo críticamente mi responsabilidad? ¿Me escudo en la masa?
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