¿Quién es?
“Es acusado de corrupción, malversación de fondos, fraude, malicia, prácticas desleales, pederastia, y de haber obstaculizado la voluntad del (muy poderoso) durante el período en que era (figura menor). Una primera sentencia le impone el pago de una multa que ascendía a 5,000 (dineros), inhabilitación perpetua de la vida pública y exilio permanente, bajo pena de muerte si entraba en el territorio municipal. () no volvió jamás a (su tierra). El duro exilio lo llevó a madurar las creencias políticas y religiosas de las que está tejida (su obra).
¿Nombre del personaje? Dante Alighieri (1265-1321).
El Gerardo sobre ciertos caudillos colectivistas de la historia reciente: “Todos estos personajes históricos tienen lados oscuros muy desconcertantes. La manera cómo entregó Stalin a su hijo mayor para que muriera en manos de los nazis es una de esas oscuridades.
La mayor parte de los líderes revolucionarios surgidos de la gran crisis provocada por la Primera Guerra Mundial reviven en realidad a Esparta. Sin el estudio de la antigua Esparta no es posible entender al nacional socialismo y la forma como se inspiró en ese referente griego justificando así incluso sus crímenes modernos. Para Hitler los verdaderos antecedentes del nazismo no eran los bárbaros teutones, sino los guerreros espartanos. Pero la Rusia soviética también se reivindicaba como la Esparta del socialismo. En la biblioteca de Stalin había varios libros sobre la historia de Esparta, meticulosamente subrayados por el dictador. Y no se diga Mussolini, quien quería ver cómo la mejor influencia griega, la de Esparta, en la gran tradición romana.
Todos rompieron con las normas establecidas al considerar que estaban a la cabeza de “naciones guerreras”. Basados en movimientos revolucionarios violentos conquistaron el poder para ejercerlo en sus quimeras. Hitler y Stalin tenían rasgos psicopáticos. Mussolini a pesar de sus poses estaba más en la línea de lo “humano, demasiado humano” de Nietzsche. Todos tenían un genio, sin duda maligno, pero no eran personas normales.
Basta ver cómo trató a sus enemigos cada uno, para caracterizarlos. Hitler y Stalin eran implacables. Mussolini no lo era. Una vez en la República de Saló, le preguntaron por qué se encontraba de buen humor y su respuesta fue: “Hoy indulté a todos los de la lista de partisanos que me dieron, mi argumento, son muy jóvenes. Y eso basta”. Impensable algo así con cualquiera de los otros dictadores. Sin embargo, a pesar de los ruegos de su hija Edda, mandó fusilar a su yerno, el Conde Ciano, acusado de traidor”.
Juan Francisco González Íñigo
Aunque Francisco Goya (1746-1828, 82 años) fue un pintor del Siglo 18 y Pablo Picasso (1881-1973, 91 años) del Siglo 20, Picasso nació sólo 53 años después de la muerte de Goya. Aparte de que ambos eran españoles, tenían muchos rasgos sorprendentes en común tanto en la vida como en el arte. Ambos vivieron hasta una gran edad para su época -Goya hasta los 82 años, Picasso hasta los 91- y pintaron hasta el final de sus largas carreras. Cuando Goya se hizo rico, se compró un costoso carruaje nuevo; cuando Picasso se hizo rico, se compró un lujoso coche Hispano-Suiza. En 1820, cuando tenía 74 años, Goya inició una relación con una mujer española casada, Leocadia Weiss, 52 años menor que él. En 1953, cuando tenía 72 años, Picasso inició una relación amorosa con una mujer francesa casada, Jacqueline Roque, 46 años más joven.
Goya huyó del régimen opresivo del rey Fernando VII; Picasso se negó a vivir bajo el régimen fascista de Francisco Franco, y ambos se exiliaron en Francia. Goya fue perseguido por la Inquisición, Picasso por los nazis. Picasso se parecía a Goya en su temperamento desafiante y volátil, más que ningún otro artista. Espíritu afín que se enfrentaba honestamente al mal que hay en el hombre, Picasso quería, como observó André Malraux sobre Goya, “arrancar la máscara del engaño de la cara del mundo”. Goya, el vínculo crucial entre Velázquez y Picasso, reforzó la conexión de Picasso con España.