Querido calor: ¿qué es lo que nos espera?

Lexia
10 julio 2023

El mes de junio nos dejó entrever qué es lo que nos espera en el futuro después de tener un clima y temperaturas como nunca las habíamos tenido. Si viajamos al pasado en 2015, al salir de ver la película Mad Max: Furia en el camino, uno se llega a plantear si ese es el futuro que nos espera, donde el agua es el recurso más preciado y sería por lo que todos nos pelearíamos. Hoy en 2023 parece ser que nuestro futuro estilo Mad Max está más cerca de lo que creemos, ¿podría ser muy tarde para remediar esa situación?

En México se vivió una de las olas de calor más fuertes en los últimos tiempos. Tan solo para hacer la comparativa del incremento de la temperatura con respecto al año pasado, en junio del 2022 registramos temperaturas de 25 °C, un año después las olas de calor alcanzaron los 31° sólo en Ciudad de México, mientras en Ciudad Obregón, Sonora, llegaron a los 50°, temperatura que no se registraban desde julio de 2020.

Si bien es posible “aguantar” estas temperaturas resguardándonos en sombra o en casa, procurando salir lo menos posible, con algún ventilador encendido y tomando agua para seguir hidratados, es momento de pensar en lo que podría llegar a suceder si esto siguiera no solo por semanas, incluso meses o peor aún, que este sea el clima durante los siguientes años.

Lo más severo son las complicaciones vividas en el día a día, como el desabasto de hielo, un problema padecido a nivel nacional y que se mantuvo por lo menos medio mes provocando encarecimiento por la demanda existente y una situación insostenible para los negocios que ocupan este producto.

A la demanda por consumo de agua también debemos de agregar el aumento en la demanda de bebidas: en la búsqueda de seguir hidratados ya fuera con agua o suero, o para ocasiones no tan formales con alguna cerveza o refresco, se incrementaron las ventas en el último mes de estos productos. Esto se suma a uno de los problemas que estamos viendo más frecuentemente en el país e incluso internacionalmente como son las sequías. Uruguay en la región Montevideo está viviendo una de las peores crisis de agua, llegando al extremo de que el agua que llega los hogares ya no se considera potable.

En materia de consumo eléctrico se registró una demanda simultánea en México con récords de uso de 52,823 MW en comparación con julio del 2022, donde ya se había roto récord de demanda de 49,932 MW, por el uso de ventiladores y aires acondicionados y el incremento de la temperatura en los refrigeradores. Esto provocó que los transformadores se quemaran dejando sin luz a calles y colonias en distintas partes del país. En Chiapas sufrieron sobrecarga en los transformadores y en Durango que llegaron a padecer hasta 36 horas sin luz. Incluso en el municipio de Huetamo, Michoacán, se llegó a incendiar una de las subestaciones de electricidad dejando sin energía por varios días a los pobladores.

Las decisiones que ha tomado la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como frenar las energías limpias, ahuyentar la inversión privada en la construcción de plantas más modernas y priorizar los combustibles fósiles como política energética no solo han sido insuficientes sino contraproducentes. Al impacto que ha generado esta política sumémosle los daños a la salud con golpes de calor, deshidratación, quemaduras solares y hasta insolaciones, llegándose a reportar fallecimientos en distintos estados de la República. Incluso la rutina de los más pequeños en las escuelas se vio afectada, pues se tomó la decisión en ciertos estados de concluir antes el ciclo escolar con el fin de protegerlos.

Económicamente hablando estos problemas llegan a repercutir en todos y cada uno de nosotros, ya sea el gasto extra por estar más hidratados de lo normal o el cobro extra que se va a generar por el consumo de luz, además del alza a productos que se vuelven más demandados en esta época de calor. Si nos vamos a otros sectores como el agrícola, a la larga se vivirían problemas en los cultivos y con ello se dejaría sin sustento a familias enteras.

¿Te imaginas poder vivir con poca luz o nada en caso de que tu transformador explote, haciendo que tus equipos electrónicos dejen de funcionar, sin la posibilidad de refrescarte, derivando en alguna complicación médica y con ello tener que ausentarte del trabajo para terminar con un menor recurso económico? Es el momento de tomar con seriedad la problemática del cambio climático y que en caso de que no se tomen medidas, este podría ser el futuro que se espera a las siguientes generaciones. No debemos olvidar la problemática que vivimos por un momento solo porque el clima vuelve a la “normalidad”, en nosotros estará el futuro que queremos vivir, así que, querido calor, una disculpa por no olvidarte.

* El autor Enrique Fragoso (@QuiqueFragoso) es licenciado en la carrera de Ciencias de la Comunicación e investigador cualitativo en Lexia.