¿Qué ondas con Pucheta en Mazatlán?
¿Optará Morena por el que más suena?
Hay un personaje muy popular en Mazatlán, que es Fernando Pucheta Sánchez, cuya presencia en la efervescencia política actual da pie a que el diálogo generalizado plantee la interrogante de qué futuro le espera al pertenecer ahora a la caballada con que cuenta el Movimiento Regeneración Nacional para construir candidaturas exitosas a los cargos que serán votados en la elección constitucional del 2 de junio de 2024. ¿Le valdrá a la hora de armar la boleta electoral el hecho de que sea un nombre muy sonado y que aparecería bien posicionado en cualquier encuesta?
Tratándose de los mazatlecos, que son el modelo más acabado de la participación política como enmendadora de entuertos, los runrunes empiezan a aparecer como la víspera de la acostumbrada disrupción ciudadana que inicia con la pachanga marismeña y halla el cenit en la decisión de decidir a quién ponen y a quién sacan del despacho principal de Palacio Municipal, sin dar concesiones a liderazgos fallidos ni segundas oportunidades a funcionarios corruptos.
Es que cada vez que se aborda el tema de la sucesión o continuidad en la Alcaldía de Mazatlán de seguro aparecen dos nombres: Fernando Pucheta y Alejandro Higuera. Lo más reciente es la encuesta de la consultora Statu Quo-Advance, que dirige Alonso López Verdugo, levantada entre el 27 y 29 de noviembre con cuestionarios cara a cara aplicados a 384 mazatlecos, donde al preguntarle a la gente si los conoce puntean los morenistas Pucheta con 94 por ciento, Higuera con 76, Édgar González con 48, Celia Jáuregui con 30 y Estrella Palacios con 22. Del bloque opositor resaltan la priista Maribel Chollet con 52 por ciento y el empresario Guillermo Romero con 47.
En intención del voto, según la medición de Statu Quo-Advance, por Morena están arriba Fernando Pucheta con 36 por viento, Édgar González con 13, Celia Jáuregui con 9, Higuera con 6 y Estrella Palacios con 2. Por la alianza que integran PRI-PAN y PRD figuran Guillermo Romero con 15 por ciento y Maribel Chollet con 9. Es decir en algunos casos no por hecho de conocer o haber oído hablar de los suspirantes significa que la gente esté dispuesta a sufragar por ellos.
Regresando a revisar el fenómeno Pucheta, éste logra relevancia en las redes sociales y ahora mismo cobra fuerza la campaña de apoyo a su marca política de tintura guinda. Como mazatleco posee un gran feeling en plataformas digitales que representan el mejor indicador de empatía o rechazo a actores públicos que los cibernautas desmenuzan implacablemente. En ningún municipio hay otro político que tenga similar arrastre en la Internet.
Pero será la encuesta de Morena la que decidirá y en tanto se lleva a cabo es posible adelantar algunos escenarios. El principal es que en el eventual caso de que Pucheta no resulte con la postulación a la Presidencia Municipal bajo ninguna circunstancia se le verá resentido con el Gobernador Rubén Rocha Moya ya que entre ambos existe una relación más de afinidad fraternal que de provecho en coyunturas.
Es decir, si Pucheta no va en la papeleta de votación como candidato de Morena a la Alcaldía de Mazatlán ningún problema de berrinche habría para el Gobernador. Esto debieran aprenderlo los demás aspirantes que afilan las hachas de guerra por si quedan fuera de la elección: el criterio de rentabilidad electoral debe predominar al ser crucial, primordial, la aportación de votos para que Claudia Sheinbaum gane la Presidencia y tenga mayoría en las cámaras de diputados y de senadores.
Al ir por la cuarta participación en la elección de gobernante de Mazatlán, el carismático ex director de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas ha desarrollado el enorme colmillo político que le permite medir palmo a palmo los pasos que da en las lides electorales y prueba de ello es que se anticipó a las renuncias en masa que vendrían en el PRI, acogiéndose al partido Morena cuando la debacle moral y estructural del Revolucionario Institución entró al punto de irreversibilidad.
Inclusive cuando en 2021 estuvo entre la espada y la pared de ir solo como candidato del PRI a la Alcaldía o aceptar la alianza con el Partido Sinaloense, decidió deslindarse del PAS al competir arropado por las siglas tricolor, lo cual hasta pudo costarle la derrota a Pucheta al ganar la votación la alianza morenista-pasista con su alfil Luis Guillermo Benítez Torres. No está por demás recordar que después de este triunfo comicial de “El Químico” devino la crisis de gobernabilidad en Mazatlán primero por la disputa de posiciones de gobierno entre Morena y PAS y enseguida por el caso de luminarias opacas y caras.
Y volviendo al inicio, la pregunta con onda expansiva que crecerá conforme se aproxime la decisión de la Cuarta Transformación en lo que respecta a las presidencias municipales de Sinaloa, tiene que ver con la inquietud popular de saber sobre el destino político inmediato de Fernando Pucheta en la encrucijada donde se pongan sobre la mesa los perfiles y la capacidad de éstos para jalar votos. ¿El ex Alcalde y ex Diputado local está en los planes del Gobernador Rubén Rocha; del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, y de la candidata presidencial Claudia Sheinbaum?
En la política de hoy se usa,
Que sea cosa de vida o muerte,
Lo que a veces es ruleta rusa,
Y en otras tómbola de la suerte.
Sin embargo, tal vez el Gobernador le sople hasta el jocoque al momento de definir a sus candidatos a las alcaldías luego de la experiencia con Jesús Estrada Ferreiro en Mazatlán y Luis Guillermo Benítez Torres en Mazatlán, quienes en campaña decían ser a imagen y semejanza de su líder supremo Andrés Manuel López Obrador y una vez en el poder los mareó la arrogancia y el autoritarismo para terminar robando, mintiendo y traicionando al Presidente y al pueblo.
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