¿Qué dicen los maestros sobre la nueva ‘Carrera Magisterial’?

Alaniz Fonseca María de los Ángeles
10 julio 2019

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García Guzmán Yulisa Guadalupe**

Pérez Ortega Dulce Denalyn***
Centro de Investigación e Innovación Educativa de Sistema Educativo Valladolid


Aprobada la reforma educativa del Presidente López Obrador, lo que sigue es aprobar las leyes secundarias que soportarán los cambios normativos planteados en la reforma. Y para ello, se tienen en el tintero tres leyes secundarias: la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, la Ley General de Educación y la ley del sistema nacional de mejora continua de la educación–sustituirá al INEE-.
En el presente artículo nos centraremos en la primera, y para tal efecto, nos interesa indagar qué dicen los maestros respecto a la nueva “carrera magisterial” que se va a plantear para la “promoción” del maestro de educación básica y media superior en el sistema educativo nacional. Y ese “qué dicen los maestros”, se indaga a través de las ponencias que se presentaron en el ejercicio de “Parlamento Abierto” que tuvo lugar en la Cámara de Diputados el pasado 24 de junio del 2019.
La pregunta pues, que guía el presente ejercicio de análisis es la interrogante que da título al presente artículo: ¿Qué dicen los maestros sobre la nueva “Carrera Magisterial”? De acuerdo con las ponencias que se presentaron en el ejercicio de Parlamento Abierto –37 en total-, los maestros están proponiendo lo siguiente:
En primer lugar: Que la promoción abarque a personal con funciones docentes, pero también aquellos que tengan funciones directivas y de supervisión; en segundo lugar: Que no haya para efectos de promoción, ningún tipo de evaluación, sino de selección a través de una convocatoria, donde se tomen en cuenta los conocimientos, experiencia, grado de estudios y las aptitudes de los participantes considerando en este propósito el contexto en el que se desarrolla la función docente, directiva y de supervisión.
En tercer lugar: Que los docentes tengan el acompañamiento de un tutor pedagógico, además de cursos de regularización/nivelación pedagógica; en cuarto lugar: Que se tenga una permanencia de 4 ó 5 años en cada puesto para obtener la experiencia requerida para aspirar al siguiente puesto en la promoción vertical –se expone que la función ATP sea considerada dentro de ésta-; en quinto lugar: Que los derechos laborales de los trabajadores al servicio de la educación, se rijan por el artículo 123 (Apartado B); en sexto lugar: Que se permita obtener una segunda plaza a través de lineamientos claros como parte de una promoción horizontal; en séptimo lugar: Que se ofrezcan reconocimientos a las maestros y maestras mediante los rubros: laboral, profesional -capacitación y actualización-, social y económico -aumento salarial con base a su nivelación-, además de establecer un fondo presupuestal que asegure los recursos financieros necesarios para los incentivos.
En octavo lugar: Que se considere -para la promoción- la preparación académica y se priorice a los profesionales en educación y pedagogía; en noveno lugar: Que se integre una comisión dictaminadora en la que se nombre dentro de los profesores en activo, el que debe fungir como Secretario; en decimo lugar: Que para la elección y determinación de los organismos que implementarán el sistema para la carrera de las maestras y los maestros se incorporen especialistas en materia de formación y evaluación docente; en undécimo lugar: Que el sistema para la carrera de las maestras y los maestros garantice la correcta difusión de su normatividad a los docentes y aspirantes; en duodécimo lugar: Que los procesos de admisión se realicen en eventos públicos con la presencia de los participantes, la autoridad educativa, la sesión correspondiente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), medios de comunicación y observadores acreditadores; y en décimo tercer lugar: Que se conforme un programa basado en la solidaridad, la diversidad, y una inclusión verdadera.
Es perceptible que las preocupaciones de los docentes giran en torno a tres ejes, los cuales son: 1) Seguridad laboral, 2) Capacitación y actualización docente, y 3) Estabilidad económica; dado que se vieron afectados durante la reforma educativa en sexenio del presidente Enrique Peña Nieto.
Ahora bien, en cuanto a la estabilidad económica, la promoción y el ascenso escalafonario del docente, el gobierno federal está planteando reimplantar lo que en su momento se denominó, la “Carrera Magisterial”. En este aspecto, es de dominio público que en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari surgió el programa de Carrera Magisterial, el cual parte del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica -ANMEB- que se planteó con el fin de modernizar la educación para adaptarla a los cambios económicos que se requerían en el país como parte de las transformaciones globales. Este programa fue un sistema de promoción horizontal -y vertical- en el que los docentes participaban de forma voluntaria e individual y tenían la posibilidad de incorporarse o promoverse si cubrían los requisitos y se evaluaban conforme a lo indicado en los lineamientos normativos (Martínez Escárcega, R., & Vega Villareal, S., 2007).
Este documento institucional surgió con el objetivo de coadyuvar a elevar la calidad de la educación nacional por medio del reconocimiento e impulso a la profesionalización del magisterio, estimular a los profesores de educación básica que obtenían mejores logros en su desempeño, así como mejorar las condiciones de vida, laborales y sociales de los docentes de educación básica.
Ahora en la actual coyuntura de la reforma educativa, se está replanteando retornar la “Carrera Magisterial”. Y los maestros, están manifestando querer retomar los principios del programa de carrera magisterial que durante tanto tiempo obtuvo resultados favorables para el sector, con la diferencia de modificar lo que no funcionó buscando dar respuesta a las necesidades de una sociedad cambiante, contribuyendo a elevar la calidad de la enseñanza y los aprendizajes.
Un apunte fundamental: los maestros están participando en la discusión de las Leyes Secundarias. Y eso es muy saludable para este proceso de reforma educativa. Su participación en cierta forma legitima el proceso, porque consulta a los actores centrales del quehacer educativo. Y, por otra parte, socializa e integra a los actores que históricamente han estado marginados en los diversos procesos de reforma educativa que se han presentado en México a lo largo del siglo XX y lo que va del siglo XXI.
Hay que celebrar el hecho de que se haya consultado a los maestros, resta observar si lo que están planteando se retoma en las Leyes Secundarias. Eso sería lo más adecuado.
Hay que esperar los resultados.
Referencia
Martínez Escárcega, R., & Vega Villareal, S. (2007). Un acercamiento al impacto de Carrera Magisterial en la educación primaria. Revista Latinoamericana de Estudios Educativos (México), XXXVII (1-2), 91-114.
*Estudiante de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Nayarit e integrante del Programa Interinstitucional para el Fortalecimiento de la Investigación y el Posgrado del Pacífico.
**Estudiante de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Nayarit e integrante del Programa Interinstitucional para el Fortalecimiento de la Investigación y el Posgrado del Pacífico
***Estudiante de la Licenciatura en Pedagogía en la Universidad Veracruzana e integrante del Programa Interinstitucional para el Fortalecimiento de la Investigación y el Posgrado del Pacífico.