Propósitos de inicio de año
Al llegar al fin del año es normal que hagamos una lista de propósitos a cumplir el año que se aproxima; sin embargo, el riesgo que se corre es que todos esos objetivos o metas permanezcan congelados como buenos propósitos y nunca lleguen a ver la luz porque nacieron al calor de una febril motivación, pero carecen de organización, estructura y planeación.
Por otra parte, no basta elaborar cualquier propósito, lo más importante es que sea un propósito real, no ilusorio, porque en ocasiones nos planteamos metas que humanamente no es posible alcanzar. Asimismo, se debe cuidar que los propósitos sean medibles; es decir, que se tenga la posibilidad de observar las etapas de su cumplimiento con suficiente especificidad.
De igual forma, se hace necesario rodearse de personas que ayuden a conseguir el logro de este objetivo, porque en ocasiones dejamos que a nuestro alrededor pendulen personas pesimistas y nocivas, que carecen de ilusiones, coraje, entrega y perseverancia. El medio ambiente o entorno adecuado y saludable es, también, básico y elemental. Igualmente es necesario determinar y programar pequeñas recompensas que estimulen al cumplimiento del siguiente paso.
En la sentencia 12, de la obra El ocaso de los ídolos, Federico Nietzsche expresó: “Si tenemos nuestro propio porqué en la vida, podemos soportar casi cualquier cómo”. Con esta frase, el filósofo alemán reafirmó la importancia de contar con un sentido de vida para poder cumplir cualquier ideal o meta.
Víctor Frankl retomó la frase, pero la modificó un poco: “Quien tiene algo por qué vivir, es capaz de soportar cualquier cómo”, y agregó que esta motivación era vital para los prisioneros de los campos de concentración: “Yo veo en estas palabras un motor que es válido para cualquier psicoterapia”.
¿Me planteo propósitos medibles y realistas?