PRI, PAN, PAS y lo que queda del PRD
No se necesita ir a hacer uno de estos cursos de “elections & campaign” que ofertan los gurús en estrategias electorales para entender que lo mejor que podía hacer la oposición en Sinaloa, era unirse en un frente común para competir contra Morena en 2024. Pagar los 300 euros que cobran por suscribirse a los cursos online -que incluye kit y playera de bienvenida-, sería un desperdicio para que les dieran la fórmula del “agua tibia”.
Ante la bajísima preferencia electoral que registran los partidos de Oposición, cualquiera con dos dedos de frente les diría: “hagan una gran alianza” para sumar al anti-morenismo en su conjunto. Y eso hicieron, se unieron los partidos en un frente común para “sumar esfuerzos”.
Lejos quedó el discurso de un grupo de ciudadanos que formaron un tal Frente Cívico que hace unos meses hablaban de “dar paso a las candidaturas de los ciudadanos en 2024”. Esa utópica idea que pretendieron vender en donde, según ellos, los ciudadanos estarían “al frente del Frente”, quedó sepultada bajo la realidad imperante.
Ayer, los dirigentes nacionales del PAN, PRI y PRD vinieron a hacer una alianza con el PAS, un partido político local cuyos liderazgos pasan por un complicado proceso jurídico y muchos de sus ahora aliados, fueron sus principales críticos en los comicios pasados.
Tratar de construir una campaña jugando a la desmemoria colectiva es verdaderamente complicado, las actuales dirigentes del PAN y el PRI, fueron duras críticas de sus ahora aliados del PAS. En 2021 los acusaron y se dijeron de todo, en más de una ocasión las actuales dirigentes estatales reclamaron airadamente la intromisión y el uso de los recursos universitarios en los procesos electorales.
Lo cierto es que el PAS no es un partido político despreciable -electoralmente hablando-, tiene una fuerza calculada entre 70 mil y 90 mil votos, según los resultados que cuentan en actas, que son producto de los sufragios en la urna. Siendo un partido local, tiene prácticamente el mismo peso que el Partido Acción Nacional y mucho más que el PRD, con la diferencia de que las estructuras del PAS mantienen representación en prácticamente los 18 municipios del Estado, mientras que el PAN y el PRD tienen municipios donde, desde hace años, están las oficinas cerradas.
Pero en política no todo es tan fácil como sumar activos en función de los resultados de las elecciones pasadas. Contra toda lógica matemática, en política, la suma de algunos actores es la resta de otros. Alguna parte del electorado o del simpatizante panista, perredista o priista al ver la naturaleza de la alianza decidirá abstenerse -en el mejor de los casos- o cambiar el sentido de sus votos ante lo que considerarán “una nueva tomada de pelo”.
El caso más representativo y auténtico de esto que estoy planteando, es el de mi compañero columnista del periódico Noroeste, Gilberto Ceceña, un hombre íntegro, valiente e inteligente a quien le tengo profunda admiración y respeto. Ceceña desde sus cizañas, ha retratado con maestría las contradicciones del poder. Nunca ha escondido en sus cartones la fina y puntiaguda crítica que le ha causado incluso reclamos y ataques.
Ante la suma de ayer, algunos llegarán y otros vivirán un desencanto. Luego le seguimos...