Prepárese para lo que se viene

David Cristóbal Álvarez Bernal
07 abril 2020

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david@bufetealvarez.com

 

No se asuste, pero el sentido común, pero sobre todo la historia, nos dicen que, durante la contingencia del Covid-19 se van a presentar graves problemas económicos para todos, especialmente para las empresas.

Y esos problemas se van a incrementar dolorosamente cuando, pasada la actual contingencia de salud, nos llegue el golpe de una crisis económica quizá como nunca se ha visto.
Durante mi ejercicio profesional como abogado litigante, me ha tocado vivir varias crisis económicas duras, como las de 1994 y 2008 que no han sido las únicas.
En cada una de esas crisis económicas siempre se encuentran elementos comunes que se traducen en la falta de liquidez y, por tanto, la imposibilidad de pagar los créditos y deudas.
Me ha tocado ver empresas irse a la quiebra y cerrar afectando a sus trabajadores y proveedores.
Pero también me ha tocado ver empresas que han enfrentado las crisis económicas con éxito y han salido incluso más fortalecidas, o ver nuevas empresas y empresarios que aprovechan las oportunidades que sin duda existen en toda crisis económica.
Esta vez no será diferente, aunque será más duro el golpe. Algunas empresas van a dejar de existir, otras van a librarla apenitas, pero otras que ya existen o algunas de nueva creación, tendrán un éxito extraordinario.
Uno de los factores en común que tiene todas las empresas y empresarios que han salido bien librados de las crisis económicas, es que han contado con el apoyo y asesoría de excelentes abogados litigantes.
Y digo litigantes porque ante su insolvencia, las demandas de los acreedores no se hacen esperar y la lucha se da en tribunales.
La situación se va a poner difícil, sin duda, pero en lugar de preocuparse, mejor ocúpese y prepárese para las luchas legales que se vienen encima.
Con el ánimo de que tenga una idea de que puede hacer y darle un poco de tranquilidad, déjeme platicarle de mi experiencia como abogado litigante en crisis pasadas, y como se pudo rescatar a varios clientes de una muerte financiera segura.
En la crisis de 1994 y la anterior a ella (no recuerdo si fue en el sexenio de De la Madrid o Salinas), los bancos se les fueron encima a sus deudores.
En la gran mayoría de los casos los bancos ganaron los juicios y terminaron adjudicándose los bienes que tenían en garantía hipotecaria o prendaria, y hasta los que no tenían en garantía.
Sin embargo, algunas empresas y empresarios tuvieron la suerte de contratar buenos abogados y no solo lograron ganar los juicios, sino que en algunos casos (famosos en el puerto y en Los Mochis) logramos que nuestros clientes no pagaran nada, y hasta cobraran gastos legales a los bancos que en algunos casos llegaron a cantidades millonarias.
En pocas palabras, los demandados no solo no pagaron nada o llegaron a negociaciones en excelentes condiciones, sino que hasta ganaron dinero, y bastante.
Antes de 1994, la batalla legal se dio en los juicios ejecutivos mercantiles, juicios hipotecarios, juicios ordinarios mercantiles y, en general, en los juicios que iniciaron los bancos para cobrar las deudas.
En 1994 se empezó a usar otra herramienta legal que resulto de enormes beneficios: la suspensión de pagos.
Esa área de práctica solo era manejada con excelencia por unos pocos abogados de la Ciudad de México, que eran especialistas en suspensiones de pagos.
En lo personal me dediqué día y noche a volverme especialista en la Ley de Quiebras y Suspensión y tuve la oportunidad y gran satisfacción profesional de rescatar, mediante una suspensión de pagos, a una empresa restaurantera bastante conocida y exitosa en la ciudad y que ya ha extendido sus negocios a Culiacán.
La empresa de que les platico estaba a punto de perder no solo todos los bienes y propiedades de la empresa, sino todo el patrimonio personal de sus socios.
Con la suspensión de pagos se logró conservar todo el patrimonio de la empresa y el de sus socios y llegar a un excelente acuerdo con los acreedores, con quitas del 100 por ciento de intereses y hasta del 50 por ciento del capital.
Lamentablemente, como suele suceder en México, algunos deudores en otras partes del país abusaron de la figura de la suspensión de pagos y eso llevo a que se derogara la Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos, para nacer la Ley de Concursos Mercantiles en vigor (LCM).
A pesar de lo anterior, bien utilizada, la LCM puede ser una excelente herramienta para rescatar empresas y conservar fuentes de empleo. De hecho, hay casos actuales en donde se ha logrado esto con gran éxito.
Pero eso sí, la LCM solo puede ser bien utilizada por abogados expertos en esa materia que lógicamente son aquellos que ya manejaron con éxito las Suspensiones de Pagos.
Así que, si se ve en serios aprietos financieros, sepa que tiene al alcance el Concurso Mercantil (así se les llama ahora a las quiebras y suspensiones de pagos) para defender su empresa y hasta su patrimonio personal. Solo tenga cuidado al elegir al abogado a quien le encargará ese litigio porque no hay muchos.
Otro abogado cuyos servicios va a necesitar, es un excelente litigante en materias civil y mercantil cuyos servicios le ayudaran a ganar las demandas que lleguen a presentar sus acreedores, sus proveedores o sus arrendadores (cuando no les pueda pagar la renta) o a llegar a muy buenos acuerdos.
El tema laboral cobrará mucha relevancia así que, asegúrese de contar con un abogado laboralista pero especializado en defender empresas. Por suerte en nuestra ciudad tenemos un excelente abogado laboralista empresarial cuyos datos con todo gusto le puedo proporcionar para que le de asesoría preventiva o atienda litigios.
Y como seguramente ya se dio cuenta, el tema fiscal será sumamente importante así que, no dude en invertir en un buen fiscalista tanto en el aspecto de asesoramiento preventivo como en la defensa fiscal.
En menor medida, pero no por ello dejará de ser importante, va a necesitar un buen consejero legal y un buen abogado que conozca derecho corporativo, pero de preferencia que también litigue porque el litigio le permite al abogado corporativo tener una visión más amplia que el que solo se queda en la mera asesoría corporativa.
Va a requerir los servicios de un notario público con experiencia y muy competente. Para su fortuna, en Mazatlán existen varios cuyos nombres son ampliamente conocidos por quienes necesitan sus servicios, pero cuidado, también hay algunos que no sirven para nada (igual que los abogados, para estar parejos).
En fin, la buena asesoría legal, tanto preventiva (antes de que lo lleven a tribunales) como en el litigio (ya que lo llevaron al baile) será sumamente importante para que su negocio sobreviva en la crisis económica que se avecina.
De hecho, el trabajo del abogado empieza no cuando lo demandan, sino de inmediato, porque este es el momento perfecto para diseñar estrategias legales y tenerlas listas para cuando necesite ejecutarlas en tribunales.
Mi recomendación es que se ponga desde ya a buscar buenos abogados para que estén disponibles cuando los necesite y, los necesita para ayer.