¿Por qué los virus mutantes salen de China o México?
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alberto.kousuke@uas.edu.mx
Un virus es un agente infeccioso microscópico compuesto por pequeños fragmentos de material genético (ADN o ARN) y algunas proteínas. No es considerado un organismo vivo porque carece de las herramientas para replicarse a sí mismo.
Para multiplicarse, todos los virus necesitan infectar células vivas. Los virus son capaces de infectar los cinco reinos (Animalia, Plantae, Fungi, Protista, y Monera).
Otra característica de los virus es que poseen una tasa de mutación sin precedentes, permitiéndoles evolucionar rápidamente, adaptarse al ambiente del hospedero (organismo infectado), y generar una gran diversidad genética.
Actualmente, el mundo se encuentra en una carrera por aprender más del brote del coronavirus detectado en Wuhan (China) el 31 de diciembre de 2019. Este nuevo virus mutante ha infectado a más de 400 personas en China central y cobrado la vida de 17 pacientes.
Gracias a la gran densidad poblacional, los medios de transporte, y la falta de síntomas iniciales en algunos pacientes, el virus Wuhan ha logrado propagarse a Japón, Corea del Sur, Tailandia, y los Estados Unidos.
Asimismo, otra peculiaridad de los virus mutantes es que no tienen su origen en el ser humano. La comunidad científica todavía se encuentra investigando cómo es que este virus “brincan” de los animales a los humanos. A este fenómeno se le conoce como “transmisión inter-especie”.
Algunos ejemplos de virus que pasan del animal al humano incluyen el VIH (mono), SARS (murciélago), ébola (murciélago), influenza (cerdo), rabia (perro, murciélago, roedores), dengue (mono), chikungunya (mono), gripe aviar, entre otros.
Los virus epidémicos más destacados del Siglo 21 tienen su origen en los siguientes países: China 2002, SARS; Indonesia 2004, dengue; Sudán 2004, ébola; Mali 2005, fiebre amarilla; India 2006, malaria/dengue/chikungunya; México 2007, dengue; México 2009, influenza; Congo 2018, ébola; China 2019, coronavirus.
¿Cuál es el vínculo entre los virus mutantes y estos países?
China, México, India, Indonesia, y África tienen la tradición de comer una gran variedad de animales, así como de utilizar la mayoría de las partes del animal para su gastronomía.
También, las condiciones sanitarias y la interacción animal-humano en la industria ganadera muchas veces son sub-óptimas. Las circunstancias en la que mantienen a los animales facilitan la transmisión inter-especie. Áreas hacinadas con poca ventilación, el uso de utensilios compartidos, la falta de higiene e indumentaria de protección (guantes, cubre-bocas, etc.), son la receta para crear y esparcir un virus mutante.
En estas granjas, la gente y los distintos tipos de animales usualmente viven en condiciones de proximidad. Los cerdos pueden infectarse por virus humanos y aviares, convirtiéndose en “incubadoras” donde los virus se combinan y forman versiones mutantes. El gusto por la carne fresca y las condiciones de los mataderos generan amplias oportunidades para que el humano entre en contacto con estas nuevas cepas mutantes.
Este fue el caso de la pandemia de influenza H1N1 originada en México en el 2009. Un virus de influenza nació en una granja de cerdos de la compañía “Smithfield Foods”, una compañía estadounidense subsidiaria del Grupo WH (China). Esta compañía fue denunciada en el año 2005 por Humans Right Watch por las deplorables condiciones de sus granjas.
La industria de la carne no solo tiene un gran impacto ambiental (deforestación, generación de gases de efecto invernadero, etc.), también afecta directamente la salud de los humanos. La carne (res, pollo, etc.) contiene colesterol, hormonas, y antibióticos; ahora, también hay que tener en consideración la presencia de virus mutantes.