Por lo pronto...

Guillermo Osuna Hi
16 julio 2023

El domingo 3 de julio de 1955, por primera vez en la historia, la mujer mexicana pudo participar con plena ciudadanía, en un proceso electoral federal, para elegir a los diputados que conformarían la XLIII legislatura de la Cámara de Diputados. Tuvieron que pasar 27 años de aquel suceso para que, de manera inédita, en el año 1982, se propusiera a una mujer como candidata a la Presidencia de la República, doña Rosario Ibarra de Piedra. La postulación de la mujer que se metió al mundo político navegando en la desgracia de la desaparición forzada de su hijo Jesús, fue apoyada por el ahora sepultado Partido Revolucionario de los Trabajadores, obteniendo 416,448 votos a su favor, contra los más de 16 millones recabados por el candidato ganador, Miguel de la Madrid Hurtado.

La participación de doña Rosario en aquella desigual contienda electoral, cuantitativamente fue intrascendente, pero no por ello, importante en la apertura política para el electorado femenino.

En la contienda electoral de 1988, el Partido Revolucionario de los Trabajadores, de nueva cuenta abanderó a la incansable activista coahuilense Rosario Ibarra de la Garza, la cual, obtuvo poco más de 74 mil votos, sin embargo, hay que decir que participó vigorosamente al lado de los también candidatos Cuauhtémoc Cárdenas y de Manuel Clouthier, en la protesta que encabezaron por el dudoso triunfo obtenido por Carlos Salinas de Gortari.

Ernesto Zedillo Ponce de León fue el candidato triunfador de la elección federal de 1994 obteniendo la Presidencia de la República. Uno de los aspectos distintivos de esta jornada electiva, fue la participación de dos mujeres: Cecilia Soto González por el Partido del Trabajo y el Partido Popular Socialista llevó como candidata a Marcela Lombardo Otero. En esa contienda, levantó simpatías Cecilia Soto, la cual obtuvo un poco arriba de 970 mil sufragios.

La presencia femenina se vuelve a hacer presente en las elecciones del 2012, con la participación de Patricia Mercado Castro, bajo el patrocinio del Partido Social Demócrata y Campesina, logrando más de un millón de votos.

En las elecciones federales del 2018 y ya en plena efervescencia del movimiento feminista, Margarita Zavala, como candidata independiente obtuvo una magra conquista de votos, con poco menos de 33 mil, la más baja de todas las participaciones que han tenido las mujeres en una contienda presidencial.

Para los comicios del 2024, por vez primera, existen altas perspectivas de que participen dos mujeres con muy buenas probabilidades de obtener el triunfo: Claudia Sheinbaum, propuesta por el partido en el poder y apadrinada por el propio Presidente de la República y Xóchitl Gálvez, como posible oferta del frente partidista PRI-PAN-PRD, coordinados por el líder empresarial Claudio X González.

La irrupción de Xóchitl Gálvez en el conjunto de los aspirantes a una candidatura presidencial para el 2024, fue meramente circunstancial pues la colocó en esa situación la testarudez del Presidente Andrés Manuel y él mismo, se ha encargado de alentar la proyección pública de la oriunda de Tepatepec, Hidalgo, de tal suerte, que la ingeniera en computación y empresaria, se ha colocado en la conversación pública como la favorita para llevarse la propuesta de la oposición y en una de esas, convertirse en una difícil contendiente para quien resulte candidato (a) del partido del Presidente de la República.

Por lo pronto, Xóchitl, la fundadora y pilar de la Fundación Porvenir, organismo que coadyuva en la construcción de bienestar para gente necesitada de apoyo social, ha sabido responder con inteligencia y evidencias, la indiscutible violencia política que han desatado en su contra, el propio Presidente de la República y sus recalcitrantes acólitos, llegando al absurdo, de burlarse de la pobreza de su origen. ¡Buenos días!