Pompa y circunstancia

Rodolfo Díaz Fonseca
07 enero 2021

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Pompa y circunstancia es una serie de cinco marchas orquestales compuestas por Edward Elgar; la sexta quedó inconclusa. La más conocida es la primera, estrenada en 1901 y utilizada en la coronación del rey Eduardo VII en 1902, pero añadiendo el texto de la oda “Tierra de esperanza y de gloria”.

La palabra pompa se refiere a una procesión solemne y lujosa, aunque también significa enviar, despedir o escoltar. Por eso, se utiliza Pompa y Circunstancia como himno de graduación o en entradas solemnes. Incluso, el director Stanley Kubrick la usó en una escena de la película Naranja mecánica, cuando el Ministro entra en la cárcel y hace una inspección de la misma. En síntesis, cuando algún evento es relevante o de categoría se le confiere el adjetivo de pomposo.

Circunstancia es el estado, condición o situación que rodea a una persona. Hay una famosa frase que Ortega y Gasset escribió en su libro Meditaciones del Quijote, que dice: “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”.

Algunas personas interpretan la circunstancia como si fuera determinante en su vida, pero lo que el filósofo español quiso afirmar es totalmente lo contrario: que no es esclavo de la circunstancia, sino que la debe asumir y redimir para convertirla en bendición.

Las circunstancias no son limitantes que inhiben totalmente el desarrollo personal, sino oportunidades que se presentan para saber aprovecharlas, como expresó Samuel Glover: “Las circunstancias gobiernan a los débiles; pero son instrumentos en las manos de los sabios”.

Cada quien debe convertir las circunstancias adversas en palancas de superación. Un antiguo proverbio chino asegura: “La piedra preciosa no se puede pulir sin fricción, como tampoco se puede perfeccionar al hombre sin pruebas”.

¿Vivo con pompa mi circunstancia?